El misterio de los Monjes sin cabeza de Sayán

En el tranquilo pueblo de Sayán, existía una leyenda sobre los Monjes sin cabeza que aparecían en las noches de luna llena. Se decía que recorrían las calles con cantos religiosos, dirigiéndose misteriosamente hacia la antigua iglesia del pueblo.

Muchos habitantes se asustaban al escuchar los cánticos y preferían resguardarse en sus hogares. Sin embargo, un día, una valiente señora llamada Doña Rosa, quien vivía frente a la iglesia, decidió enfrentarse al misterio.

Una noche de luna llena, mientras observaba desde su ventana, un Monje sin cabeza se le acercó y le entregó un femur que extrañamente estaba formado como una vela. Doña Rosa, asombrada, decidió descubrir el secreto detrás de este misterio.

Con valentía, se dirigió a la iglesia y allí, con la ayuda del femur-vela, descubrió que los Monjes sin cabeza eran en realidad aldeanos disfrazados que buscaban recaudar fondos para reparar la iglesia. Llenos de alegría, los habitantes del pueblo se unieron para ayudar en la restauración.

Desde entonces, los Monjes sin cabeza se convirtieron en símbolo de solidaridad y unión en Sayán, demostrando que el trabajo en equipo y la valentía pueden superar cualquier misterio.