El Misterio de Lucia



Era un caluroso martes 2 de julio de 2023 cuando la ciudad se estremeció con la noticia de la desaparición de Lucia, una joven de 17 años. Lucia era conocida por su brillantez, sus sueños de ser escritora y su eterna sonrisa. Pero aquella mañana, fue diferente. Sus amigos esperaban encontrarse con ella, pero Lucia no llegó. Su celular quedó en su habitación con un mensaje misterioso: "Te encontré".

El caso llegó rápidamente a manos del inspector Julián, un detective argentino con un espíritu curioso y un corazón lleno de compasión por los demás. Su primer paso fue hablar con los amigos de Lucia para reunir pistas.

"¿Cuál fue la última vez que la vieron?" - preguntó Julián, tomando notas furtivamente en su cuaderno.

"Estaba muy entusiasmada, hablaba de un lugar secreto en el parque" - respondió Ana, la mejor amiga de Lucia con voz temblorosa.

Julián decidió ir al parque, pensando que tal vez allí podría encontrar alguna pista. Al llegar, notó que había un grupo de niños jugando cerca del lago. Después de saludarlos, se acercó a un grupo de chicas que parecían un poco más grandes que Lucia.

"Hola, chicas. ¿Han visto a Lucia por aquí?" - preguntó Julián.

"Sí, la vimos ayer. Dijo que iba a un lugar especial, pero no nos dijo dónde" - dijo Clara, quien parecía muy preocupada.

Con esta nueva pista, Julián comenzó a buscar más detalles. Volvió a la casa de Lucia y revisó su habitación. En la estantería, encontró un diario, que parecía haber sido escrito recientemente. Al abrirlo, encontró una entrada que decía:

"Hoy descubrí un lugar mágico en el bosque. Es un lugar donde puedo soñar en grande... estoy muy feliz."

Julián sintió que cada vez estaba más cerca de descubrir el misterio. Decidió seguir el camino que había descrito Lucia en su diario, esperando que lo llevara a ella.

Mientras caminaba por el bosque, el detective de repente escuchó un susurro.

"¿Quién anda ahí?" - gritó Julián, un poco asustado.

Pero todo lo que escuchó fue un eco de su propia voz. Luego, el sonido de risas llegó a sus oídos, y siguió la dirección del sonido. Finalmente, llegó a un claro donde encontró a Lucia, rodeada de un grupo de chicos que parecían estar celebrando algo.

"Lucia!" - exclamó Julián, sorprendido.

"¡Julián!" - Lucia sonrió, corriendo hacia él. "Estaba en una búsqueda del tesoro con mis amigos y no pude decirles a mis padres. No me quise ir, simplemente me emocioné mucho con el juego."

Julián respiró hondo, aliviado de encontrarla sana y salva. "Lucia, debemos tener cuidado. Siempre es importante informar a alguien a dónde vamos, ¿no te parece?" - dijo Julián con una sonrisa.

"¡Lo sé! Y lo siento. Aprendí la lección. Pero mira, encontré a mis amigos, y aquí estamos, ¡en la mejor aventura!" - respondió Lucia, llena de entusiasmo.

Esa tarde, Julián y Lucia regresaron a la ciudad. Mientras caminaban, Julián le contó cómo había investigado y cómo se había preocupado por ella. Lucia, a su vez, se dio cuenta de lo importante que es comunicar lo que uno hace y ser honesto con los seres queridos.

"Gracias por venir a buscarme, Julián. prometo no volver a dejar a nadie preocupado" - dijo Lucia.

El detective sonrió y le respondió: "Recuerda, todos necesitamos cuidarnos unos a otros, y la comunicación es clave. Ahora, cuéntame más sobre ese lugar mágico que descubriste."

Y así, Lucia compartió sus historias, y Julián aprendió que incluso en los casos más sombríos, siempre podía encontrar un rayo de luz con una buena comunicación y un amigo dispuesto a ayudar.

FIN.

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