El Misterio de Subject (#27)
Una tarde, mientras el sol comenzaba a ocultarse, Sarah, una niña curiosa de diez años, estaba sentada en el sillón de su sala de estar. La televisión mostraba una noticia alarmante.
- “Subject (#27) ha escapado de prisión. Era un experimento del laboratorio. Por favor, permanezcan en sus casas y no salgan afuera”, decía una mujer con voz preocupada en el noticiero.
Sarah frunció el ceño, acostumbrada a ver historias fantásticas, pero esto le pareció extraño. Ella no creía en esas cosas que se veían en la tele. Justo en ese momento, sus padres entraron a la habitación.
- “Sarah, escucha a la mujer de la tele. Es muy peligroso. No salgas a jugar hoy”, le advirtió su mamá.
- “Pero mamá, eso parece una historia inventada. ¿Quién puede escapar de un laboratorio? ”, respondió Sarah con un tono de duda.
- “Las cosas no siempre son como parecen. Mejor mantente dentro por hoy”, insistió su papá.
Aunque no estaba convencida, Sarah decidió hacer caso. Pasó la tarde entretenida con sus juguetes, pero no podía dejar de pensar en el misterioso Subject (#27). Sin embargo, al caer la noche, la curiosidad pudo más que el miedo.
- “Voy a investigar un poco. Tal vez puedo encontrar algo interesante”, se dijo a sí misma, mientras miraba por la ventana.
Apenas pudo, se escabulló hacia el patio trasero, donde tenía una pequeña linterna que usaba para explorar. Intrigada, empezó a escuchar ruidos extraños provenientes del bosque que estaba cerca de su casa.
- “¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ”, gritó Sarah, cada vez más emocionada y asustada al mismo tiempo. - “Si eres Subject (#27), no te tengo miedo…”
Para su sorpresa, un pequeño perro salió corriendo del bosque hacia ella. Tenía un aspecto desaliñado y parecía perdido.
- “¡Qué alivio, un perrito! Pero ¿dónde te habías metido? ”, lo acarició Sarah con cuidado. Entonces recordó algo que su papá le decía siempre: “Cuando tengas miedo, busca soluciones y no te dejes llevar por el pánico.”
Mientras acariciaba al perrito, escuchó un ruido más fuerte, como un susurro que la llamaba. Decidió seguir el sonido.
- “¡Espera, perrito! ¡Vamos juntos! ” dijó emociónada.
Con el perrito a su lado, se adentró un poco más en el bosque y, para su sorpresa, encontró una pequeña cabaña. La puerta estaba entreabierta, así que, llena de valentía y sin olvidar la advertencia de sus padres, se asomó.
- “¿Hay alguien aquí? ”, preguntó cautelosamente. No hubo respuesta, pero pronto escuchó una voz suave y amable.
- “Hola, pequeña. No te asustes. Soy el Dr. Néstor, y estoy investigando el caso de Subject (#27)”, dijo un hombre mayor, que salió de las sombras.
- “¿Tú sabes algo sobre él? ”, preguntó Sarah con curiosidad.
- “Sí, pero lo que ves en la tele es solo una parte de la historia. Subject (#27) no es malo. Todo lo contrario, es un ser con habilidades especiales que solo quiere encontrar un lugar al que pertenecer”, explicó el doctor.
Sarah sintió que su corazón se llenaba de compasión. - “¿Pero por qué escapó? ”, insistió.
- “Porque en el laboratorio lo trataban como un experimento, no como un ser vivo. Y él solo busca amor y amistad. Necesitamos ayudarlo, pero no podemos hacerlo solos”, explicó el Dr. Néstor.
Las palabras del doctor resonaron en el corazón de Sarah y, sin pensarlo dos veces, decidió ayudar.
- “¡Vamos a buscarlo! ¡Podemos ayudarlo a encontrar su hogar! ”
El doctor sonrió, impresionado por la valentía de la niña. Juntos, junto al perrito, comenzaron a preparar un plan para encontrar a Subject (#27).
A la mañana siguiente, Sarah regresó a casa y decidió hablar con sus padres.
- “Mamá, papá, tengo que contarles algo. Subject (#27) necesita nuestra ayuda. No es malo, solo quiere encontrar un lugar donde pertenecer”, dijo ella con determinación.
Sus padres se miraron, y pronto la mamá respondió, - “Nos preocupa tu seguridad, pero creemos que tienes razón, Sarah. Si quieres ayudar, debemos hacer esto juntos, como familia”.
Así que, preparados con bocadillos, provisiones y el perrito, la familia se aventuró hacia el bosque, siguiendo las pistas que el Dr. Néstor les había dejado. Después de horas de búsqueda, escucharon un suave gemido.
- “¡Allí! ” señaló Sarah mientras corría hacia el sonido. Era Subject (#27), un joven con aspecto tierno y ojos llenos de esperanza.
- “¡Hola! No te asustes, solo queremos ayudarte”, dijo Sarah, acerándose con una sonrisa.
Subject (#27) miró a Sarah con curiosidad. - “¿De verdad? ¿No me van a atrapar? ”, preguntó con voz temblorosa.
- “No, solo queremos que estés a salvo. Te prometemos que nunca más estarás solo”, respondió la niña.
Con un brillo en los ojos, Subject (#27) dio un paso hacia ellos.
Los tres, junto al perrito, se convirtieron en amigos inseparables. Juntos, encontraron un lugar donde Subject (#27) pudiera vivir feliz, y el doctor Néstor se aseguró de que estuviera rodeado de amor y cuidado.
Sarah aprendió una valiosa lección sobre la empatía, la valentía y el valor de ayudar a los demás. Un día había comenzado con miedo, pero terminó en una hermosa amistad que nunca olvidaría.
Desde entonces, Sarah sabía que, independientemente de lo que dijera la prensa, siempre había algo más allá de lo evidente, y que siempre era importante abrir su corazón a los demás.
FIN.