El Misterio del Arpa Perdida



En un pequeño pueblo llamado Notaville, un niño llamado Tomás descubrí un antiguo arpa en el desván de su abuela. "¿Qué es esto?" -se preguntó. La abuela sonrió y le contó la historia de la arpa mágica.

En tiempos lejanos, el arpa podía producir melodías que hacían bailar a las estrellas. Sin embargo, se perdió en un tempestad, y nadie volvió a escuchar su música.

Tomás decidió que debía encontrarla. "Voy a traer de vuelta la magia de nuestro pueblo" -anunció con determinación.

Con la ayuda de su vecino, Clara, quien era una talentosa violinista, comenzaron la búsqueda. Clara trajo su violín y juntos formaron una banda improvisada, porque sentían que la música los guiaría.

Un día, explorando el bosque, escucharon una melodía suave, casi susurrante. "¿Escuchás eso?" -dijo Clara.

Siguieron el sonido y llegaron a un claro con un arco de flores. En el centro, un hada jugueteaba con el arpa dorada. "¿Puedo tocarla?" -preguntó Tomás.

El hada sonrió y le dio el permiso. Al tocar las cuerdas, la melodía despertó a las estrellas, que bajaron a danzar alrededor de ellos.

"Esta música esconde secretos" -dijo el hada. "Solo los corazones valientes pueden liberarla".

Aprendieron que el poder de la música residía en la unión de sus talentos. Juntos tocaron una sinfonía que llenó Notaville de alegria.

Cuando el arpa regresó a su lugar, ya no era solo un objeto perdido, sino un símbolo de amistad y colaboración. "La música une al mundo", decía la abuela con orgullo.

Y así, Tomás y Clara descubrieron que cada nota, cada acorde, es un paso hacia algo maravilloso. Y desde entonces, Notaville nunca dejó de bailar bajo las estrellas. Esta historia nos enseña que juntos podemos lograr cosas increíbles, ¡aunque parezcan imposibles!

FIN.

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