El misterio del aula 5to B



Había una vez en la escuela primaria 'La Alegría', en el aula del 5to grado B, un grupo de niños y niñas muy traviesos.

Ellos no respetaban a la maestra, no obedecían las reglas y por lo tanto, reinaba el desorden y la falta de paz. Todos los días la maestra intentaba mantener el orden, pero los niños no le hacían caso y no había respeto en el aula. Un día, la directora decidió hacer algo al respecto.

- Niños y niñas, hoy les tengo una noticia muy especial –dijo la directora con una mirada seria-, a partir de hoy tendrán una nueva maestra, la señorita Laura. Los niños se miraron sorprendidos, y algunos de ellos hasta preocupados.

La señorita Laura era conocida por ser estricta y por exigir mucho respeto y obediencia. Al día siguiente, la señorita Laura llegó al aula con una gran sonrisa, pero los niños no le dieron la bienvenida.

- Buenos días, clase –dijo la maestra con amabilidad. Los niños respondieron de mala gana. La señorita Laura no se desanimó y les explicó que para que todo funcione bien en el aula era importante respetarse y obedecer las reglas.

Los días pasaron y poco a poco, los niños se dieron cuenta de que la señorita Laura les enseñaba de una manera divertida, pero al mismo tiempo les exigía respeto y obediencia.

Comenzaron a disfrutar de las clases, a respetar a su maestra y a obedecer las reglas del aula. La paz reinaba en el 5to B. Un día, mientras la señorita Laura daba su clase de ciencias, escucharon un ruido extraño proveniente del armario. Los niños se miraron, asustados y emocionados al mismo tiempo.

Decidieron investigar y al abrir el armario descubrieron un pequeño pasadizo secreto. Sin dudarlo, se aventuraron a explorar y descubrieron un antiguo cofre lleno de libros mágicos que hablaban sobre la importancia del respeto, la obediencia y la paz.

A partir de ese día, los niños comprendieron la importancia de estos valores y se esforzaron por aplicarlos en su vida diaria. La señorita Laura los felicitó por su valentía y su determinación para mejorar.

Desde entonces, el aula del 5to B se convirtió en un lugar donde reinaba la paz, el respeto y la obediencia, gracias a la lección aprendida en el misterioso pasadizo.

FIN.

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