El misterio del aula reluciente
En una escuela muy especial, la profesora Roxana estaba preocupada. Sus alumnos del primer grado D no estaban tomando la limpieza del aula en serio. Todos los días, al terminar la clase, el aula quedaba desordenada, con papeles en el piso, tizas rotas y dibujos en los pupitres. La profesora Roxana les advirtió una y otra vez que debían cuidar el aula, pero parecía que sus palabras no surtían efecto.
Un día, la profesora Roxana tuvo una gran idea. Les dijo a sus alumnos que iban a convertir la limpieza del aula en un misterio por resolver. Les explicó que cada día, al finalizar las clases, escondía una pista relacionada con la limpieza del aula en algún lugar. Si lograban resolver el misterio, encontrarían un premio especial.
Los niños se emocionaron con la idea y comenzaron a prestar más atención a la limpieza del aula. Sin darse cuenta, estaban aprendiendo la importancia de cuidar su espacio y trabajar juntos. Cada día, al encontrar la pista escondida, trabajaban en equipo para limpiar el aula y resolver el enigma. Se ayudaban mutuamente y se motivaban para mantener el aula reluciente.
Después de varias semanas de seguir las pistas, los niños finalmente resolvieron el misterio del aula reluciente. Descubrieron que el premio especial era haber creado un espacio limpio y acogedor, donde podían aprender y divertirse juntos. A partir de ese día, los niños se comprometieron a cuidar su aula sin necesidad de enigmas, demostrando que habían entendido la importancia de mantener limpio su entorno.
La profesora Roxana estaba feliz al ver el cambio en sus alumnos. Ya no se preocupaba por la limpieza del aula, pues sabía que sus niños habían interiorizado la lección y estaban dispuestos a cuidar su espacio. Juntos, habían convertido la limpieza del aula en un emocionante y educativo misterio por resolver.
FIN.