El misterio del Banco Nacional



Me llamo Pablo, y soy un detective muy astuto. Anoche, recibí una llamada urgente: el Banco Nacional había sido asaltado en plena madrugada. Al llegar al lugar, me encontré con un equipo de policías nerviosos y una multitud de curiosos.

La directora del banco me recibió en su despacho y me contó lo sucedido. Las cámaras de seguridad habían sido alteradas, y los ladrones habían logrado llevarse una gran suma de dinero.

Me puse en marcha de inmediato, inspeccionando cada rincón en busca de pistas. Fue entonces cuando encontré algo que me llamó la atención: un pequeño rastro de pintura verde en la cerradura de la puerta principal.

Esa pintura no pertenecía al banco, ¡estaba seguro! Decide seguir la pista de la pintura. A medida que avanzaba, descubrí más indicios del mismo tono de pintura verde en las cercanías de un taller mecánico abandonado. 'Esto se está poniendo interesante', pensé.

Sin dudarlo, entré al taller y me topé con un grupo de sospechosos que hablaban en voz baja. Me acerqué sigilosamente y escuché su conversación: estaban planeando el próximo golpe, ¡era evidente que eran los mismos ladrones! Llamé a la policía y los detuvieron a todos.

El dinero fue recuperado y los culpables fueron llevados ante la justicia. El Banco Nacional estaba a salvo, y yo me sentí orgulloso de haber resuelto el misterio.

Desde ese día, me convertí en el detective favorito de la ciudad, y no hubo caso que se me resistiera. Siempre es importante prestar atención a los detalles y seguir las pistas, ¡nunca se sabe dónde pueden llevarnos!

FIN.

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