El misterio del baño escolar



Había una vez un grupo de cuatro amigas en el colegio. Todas tenían la misma edad, ocho años, y eran inseparables. Un día, durante el recreo, decidieron ir al baño juntas.

Mientras estaban allí, una de las niñas se dio cuenta de que la puerta estaba atascada. - ¡Chicas, no podemos salir! ¡La puerta está atascada! - exclamó María con preocupación. Las otras tres niñas comenzaron a inquietarse y a gritar pidiendo ayuda.

- ¡Alluda! ¡Alluda! ¿Qué vamos a hacer? - decía Sofía angustiada. - Tranquilas chicas, seguro encontramos una solución juntas - dijo Valentina tratando de calmarlas. Pero por más que intentaban empujar la puerta o buscar alguna forma de abrirla, nada parecía funcionar.

- ¿Y si nos quedamos encerradas aquí para siempre? - preguntó Lucía con temor en sus ojos. Valentina se acercó a ellas y les dijo:- No podemos rendirnos antes siquiera de intentarlo. Debemos pensar con calma y buscar una solución juntas.

Seguro que encontraremos la manera de salir de esta situación. Las cuatro amigas se miraron entre sí y comenzaron a pensar en posibles soluciones. Fue entonces cuando María tuvo una idea brillante.

- ¡Ya sé qué podemos hacer! Podemos usar mi mochila para empujar la cerradura desde adentro. Si todas empujamos juntas, tal vez logremos abrir la puerta - propuso emocionada. Las niñas siguieron el plan de María y trabajaron en equipo para llevarlo a cabo.

Con esfuerzo y cooperación lograron mover la cerradura lo suficiente como para que la puerta finalmente cediera y pudieran salir del baño.

- ¡Lo logramos chicas! Gracias a nuestra unión y trabajo en equipo pudimos resolver este problema juntas - exclamó Valentina emocionada. Desde ese día, las cuatro amigas aprendieron lo importante que es colaborar y apoyarse mutuamente en momentos difíciles.

Descubrieron que trabajando en equipo pueden superar cualquier obstáculo que se les presente, fortaleciendo así su amistad cada día más.

FIN.

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