El Misterio del Bosque Encantado

Noelia y su clase de 18 niños de 5 años estaban muy emocionados por su excursión al bosque encantado. El sol brillaba en el cielo, y todos llevaban sus mochilas con agua, frutas y mucha energía para descubrir lo desconocido. Al llegar al bosque, vieron grandes árboles, flores de colores vibrantes y mariposas revoloteando por doquier.

-'¡Qué hermoso lugar!', exclamó Noelia, mientras los niños corrían y reían.

El camino los llevó a una clara misteriosa. A pesar de las advertencias de Noelia, uno de los niños, Pedro, decidió aventurarse y pisó la clara. De repente, una densa niebla los rodeó, y cuando esta se desvaneció, descubrieron que habían ingresado a una parte desconocida del bosque.

-'Esto es emocionante', dijo Noelia tratando de mantener la calma.

Los niños estaban un poco asustados, pero al ver la valentía de su maestra, se sintieron más seguros. Caminaron un rato y, de repente, encontraron una puerta antigua en medio de la nada.

-'¡Miren esa puerta!', gritó entusiasmado Mateo.

Sin pensarlo dos veces, Noelia giró el viejo picaporte y la puerta se abrió lentamente, revelando un hermoso jardín lleno de colores y luz. En el centro del jardín, encontraron una caja misteriosa.

-'¿Qué creen que haya adentro?', preguntó Noelia.

Los niños, con ojos brillantes, comenzaron a imaginar lo que podía estar dentro de la caja. Decidieron abrirla juntos, y para su sorpresa, encontraron un antiguo mapa del bosque encantado con un tesoro marcado en él.

-'¡Vamos a buscar el tesoro!', exclamaron emocionados los niños.

Con el mapa en mano, comenzaron su búsqueda. Atravesaron puentes, sortearon obstáculos y, finalmente, llegaron al lugar donde el tesoro debía estar enterrado. Con palas y mucha alegría, cavaron y encontraron un cofre lleno de dulces y juguetes.

-'¡Lo encontramos!', gritaron todos los niños felices.

Noelia los abrazó a cada uno y les explicó que a veces, lo más maravilloso puede encontrarse en lo inesperado. Con el tesoro en sus manos, salieron del bosque encantado, con corazones rebosantes de alegría y aventuras vividas. Desde ese día, la clase de Noelia recordaría siempre la importancia de explorar, trabajar en equipo y mantenerse valientes en cualquier momento de la vida.