El misterio del bosque encantado

Nena estaba emocionada por su viaje de egresados a Bolsón, un lugar mágico en la provincia de Río Negro. Durante una excursión, el grupo se adentró en un bosque encantado. Mientras caminaban, Nena se quedó rezagada tomando fotografías de las hermosas flores y árboles. De repente, se dio cuenta de que se había separado del grupo y se encontraba perdida en medio del bosque. Asustada, comenzó a caminar en busca de sus compañeros, pero pronto se dio cuenta de que no reconocía el camino de regreso.

Mientras deambulaba, escuchó risas suaves y traviesas a su alrededor. Miró a su alrededor y vio a unos pequeños duendes que la observaban con curiosidad.

-'¡Hola, niña perdida! ¿Qué haces por aquí?' dijo uno de los duendes con una sonrisa picara.

Nena, sorprendida, les explicó que se había separado de su grupo y que no sabía cómo regresar.

-'No te preocupes, te ayudaremos a encontrar el camino de regreso, pero a cambio queremos que juegues con nosotros un rato', propuso otro duende con una chispa traviesa en sus ojos.

Nena se sintió aliviada al saber que los duendes querían ayudarla. Aceptó encantada la propuesta y se unió a los duendes en sus juegos. Durante el tiempo que pasaron juntos, los duendes le contaron historias sobre la magia del bosque y le mostraron la belleza oculta que se escondía entre los árboles y las rocas.

Cuando el sol comenzó a ponerse, los duendes guiaron a Nena de regreso al sendero principal. Antes de despedirse, le advirtieron amablemente que nunca más se adentrara en el bosque sin estar acompañada.

-'Gracias por su ayuda y por mostrarme el asombroso mundo del bosque encantado', expresó Nena con gratitud.

Los duendes asintieron con una sonrisa y desaparecieron entre la espesura del bosque.

Nena regresó al grupo justo a tiempo para el anochecer, con una valiosa lección aprendida y la fascinante experiencia de haber descubierto la magia que yacía en lo más profundo del bosque encantado de Bolsón.