El misterio del bosque encantado



Había una vez, en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires, cinco amigos de la escuela llamados Martina, Joaquín, Sofía, Benjamín y Valentina. Un día, decidieron ir de paseo al bosque cercano en busca de aventuras.

Mientras exploraban el frondoso bosque, se encontraron con algo sorprendente: ¡un majestuoso unicornio de pura blancura! Los niños no podían creer lo que veían y se acercaron con cautela al hermoso animal.

El unicornio, con su suave mirada, les habló en un susurro mágico: “Amigos, los he estado esperando. Tengo algo maravilloso para mostrarles”. Los niños, asombrados, siguieron al unicornio a través de un camino lleno de flores brillantes y árboles centenarios.

Llegaron a un claro en el bosque, donde el unicornio les reveló que cada ser vivo en el bosque estaba conectado de una manera especial. Cada planta, animal o criatura mágica tenía un papel importante en el equilibrio del bosque.

El unicornio les pidió a los niños que cuidaran y protegieran la naturaleza, ya que eran los guardianes del bosque. Con esta revelación, los niños comprendieron la importancia de preservar el medio ambiente y se comprometieron a ser guardianes del bosque.

Regresaron a casa con el corazón lleno de asombro y la determinación de proteger la naturaleza. Desde ese día, los cinco amigos cuidaron el bosque, plantando árboles, recogiendo basura y enseñando a otros sobre la importancia de preservar el bosque.

El unicornio los visitaba de vez en cuando, recordándoles su compromiso. Y así, el bosque encantado y sus maravillas vivieron en armonía gracias al cuidado de los niños.

FIN.

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