El misterio del Cerro Blanco


Teresa Mondragón, Rodrigo Pahua y Franco Escamilla estaban emocionados por su viaje hacia el misterioso Cerro Blanco. Mientras se adentraban en el bosque, las sombras parecían moverse entre los árboles, creando una sensación de inquietud en el aire.

De repente, un susurro helado los rodeó, haciendo que se detuvieran en seco. - ¿Escucharon eso? - murmuró Teresa, con los ojos muy abiertos. - Debe ser el viento - intentó tranquilizarlos Franco.

Pero una sensación de temor los invadió cuando una niebla espesa los rodeó, haciendo difícil ver más allá de unos pocos metros. Decidieron seguir adelante, pero el camino parecía no llevar a ninguna parte. De repente, se encontraron frente a una antigua casona abandonada.

Sin saber por qué, sintieron la urgencia de entrar. En su interior, descubrieron oscuros secretos del pasado del lugar. Imágenes fantasmales y susurros llenaron la casona, sin poder explicar qué o quiénes los estaban persiguiendo.

A medida que exploraban, encontraron un diario antiguo que les reveló la triste historia de una familia atrapada en la mansión. Decidieron ayudar a liberar las almas atormentadas y enfrentaron innumerables desafíos. Trabajando juntos, lograron liberar las almas y el lugar se iluminó con una luz cálida y acogedora.

Al salir, el sol brillaba en el horizonte. Desde entonces, valoraron la importancia de la amistad y el trabajo en equipo, aprendiendo que juntos podían superar cualquier desafío.

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