El misterio del colegio encantado


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Aventura, dos amigos inseparables: Marizza y Tomás. Ambos eran muy curiosos y siempre estaban en busca de nuevas aventuras que los llevaran a descubrir cosas emocionantes.

Un día, mientras se dirigían al colegio, Marizza le comentó a Tomás sobre la leyenda tenebrosa que rodeaba el edificio escolar.

Se decía que por las noches se escuchaban extraños ruidos y que algunas personas afirmaban haber visto sombras misteriosas merodeando por los pasillos. Sin embargo, nadie sabía con certeza cuál era la verdadera historia detrás de esa leyenda, ya que había varias versiones circulando por el pueblo.

Tomás, emocionado ante la idea de enfrentar lo desconocido junto a su amiga, propuso investigar más a fondo para descubrir la verdad detrás de la leyenda del colegio. Marizza aceptó sin dudarlo, y juntos se adentraron en una aventura llena de misterio y emoción.

Al llegar al colegio, notaron que todo parecía normal y tranquilo durante el día. Los profesores impartían sus clases como de costumbre y los estudiantes correteaban por los pasillos entre risas y charlas animadas. Sin embargo, cuando llegó la hora del recreo, algo inesperado sucedió.

De repente, las luces comenzaron a parpadear y un escalofriante chillido resonó en todo el edificio. Los alumnos gritaron asustados y algunos salieron corriendo despavoridos hacia la salida.

Marizza miró a Tomás con determinación en los ojos y le dijo:- ¡Tenemos que averiguar qué está pasando! ¡Vamos! Sin pensarlo dos veces, ambos amigos se internaron en los oscuros pasillos del colegio en busca de respuestas.

Mientras avanzaban con valentía, escucharon murmullos provenientes de una sala abandonada en el tercer piso. Decidieron entrar sigilosamente y lo que vieron allí les dejó sin aliento: un grupo de estudiantes mayores jugaba una broma pesada utilizando efectos especiales para crear toda esa atmósfera tenebrosa.

Marizza indignada les preguntó:- ¿Por qué hacen esto? ¿No saben que están asustando a todos? Los chicos mayores se sintieron avergonzados por ser descubiertos e inmediatamente pidieron disculpas. Explicaron que solo querían divertirse un poco asustando a los demás pero no pensaron en las consecuencias de sus acciones.

Marizza les hizo ver lo importante que es respetar a los demás y cómo sus actos podían causar temor e incomodidad en quienes creían realmente en esas historias tenebrosas.

Finalmente, todos juntos decidieron organizar una actividad divertida para toda la escuela donde cada uno pudiera compartir sus talentos y habilidades sin necesidad de recurrir al miedo o las bromas pesadas. Desde ese día, Marizza y Tomás demostraron que juntos podían superar cualquier desafío con valentía y solidaridad.

Y aunque la leyenda tenebrosa del colegio resultara ser falsa, aprendieron una gran lección sobre el respeto mutuo y la importancia de trabajar en equipo para construir un ambiente escolar seguro y amigable para todos.

Y así fue como esta intrépida pareja logró convertir una situación temerosa en una experiencia educativa inspiradora para todo Villa Aventura.

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