El misterio del color azul


Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Nico. Nico vivía en una casa rodeada de hermosas flores de muchos colores, pero su color favorito siempre fue el azul.

Un día, mientras paseaba por el jardín, encontró una mariposa azul brillante, más hermosa que cualquier otra que hubiera visto antes. -¡Hola, amiguita mariposa! -saludó Nico con entusiasmo. La mariposa, que podía hablar, le respondió -¡Hola, Nico! Tengo un secreto para contarte, pero primero debes resolver un enigma.

Nico, emocionado, asintió con la cabeza y la mariposa procedió a contarle: -Para descubrir el misterio del color azul, debes encontrar el arcoíris más grande del mundo.

Pero ten cuidado, ya que en el camino te encontrarás con tres desafíos que deberás superar. Nico, decidido a resolver el enigma, se puso en marcha. El primer desafío fue encontrar una flor azul en el campo. Nico buscó y buscó, y finalmente vio una hermosa flor azul entre las demás.

El segundo desafío consistía en pintar un dibujo de un cielo azul. Nico sacó sus crayones y con mucho cuidado pintó un cielo azul brillante. El tercer y último desafío era mezclar pintura para obtener el color azul.

Con la ayuda de su mamá, Nico mezcló pinturas de colores hasta obtener el azul perfecto. Finalmente, después de superar los tres desafíos, el arcoíris más grande que jamás había visto se desplegó ante sus ojos.

La mariposa azul le reveló el misterio: -El color azul es el color de la confianza, la amistad y la calma. Nico entendió entonces por qué amaba tanto ese color, y juró utilizar siempre esas cualidades en su día a día.

Desde ese día en adelante, el color azul adquirió un significado especial para Nico, quien valoraba más que nunca la amistad y la tranquilidad. Y cada vez que veía una mariposa azul, recordaba el misterio que había descubierto.

Y así, Nico vivió feliz rodeado del preciado color azul, que ahora le recordaba que la confianza y la amistad siempre estaban presentes en su vida.

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