El misterio del diccionario desaparecido

Había una vez en la pequeña ciudad de San Martín, un niño llamado José Miguel que adoraba los libros y los idiomas. Un día, mientras exploraba el desván de su abuela, encontró un antiguo diccionario inglés-español. Emocionado por su hallazgo, se puso a hojear sus páginas y a aprender nuevas palabras.

Mientras tanto, en la biblioteca de la ciudad, la señorita Rosa, la bibliotecaria, descubrió que el diccionario había desaparecido misteriosamente. Temiendo que alguien lo hubiera robado, decidió pedir ayuda a los niños del barrio para resolver el enigma. Cuando José Miguel se enteró, no dudó en ofrecer su ayuda.

- ¡Hola, José Miguel! Estamos en problemas. El diccionario inglés-español ha desaparecido de la biblioteca y necesitamos encontrarlo. ¿Podrías ayudarnos? -preguntó la señorita Rosa con preocupación.

- Claro que sí, puedo ayudar. Me encantan los misterios y sé que juntos podemos resolver este enigma -respondió José Miguel con entusiasmo.

Decidieron comenzar la búsqueda en la biblioteca, revisando cada rincón en busca de pistas. De repente, José Miguel notó algo extraño en una de las estanterías. Era un papel doblado con una extraña palabra en inglés: 'clue' (pista). Sin perder tiempo, se dirigieron al lugar señalado por la pista, que los llevó al parque de la ciudad. Allí, encontraron otro papel con la palabra 'books' (libros).

- Parece que nos están guiando a través de palabras en inglés. ¡Es un acertijo! -exclamó José Miguel emocionado.

Siguieron las pistas hasta llegar al viejo árbol del parque, donde hallaron el diccionario cuidadosamente envuelto. La señorita Rosa y José Miguel lo llevaron de vuelta a la biblioteca, donde fueron recibidos con alegría por los demás niños. Todos estaban felices de tener de vuelta el diccionario.

- Gracias, José Miguel. Has demostrado que con ingenio y conocimiento podemos resolver cualquier misterio. Tu amor por los libros y los idiomas nos ha ayudado a resolver este enigma de manera brillante -dijo la señorita Rosa, orgullosa del joven detective.

Desde ese día, José Miguel se convirtió en el héroe de la biblioteca, ayudando a resolver muchos otros enigmas y compartiendo su pasión por los idiomas con todos los niños del barrio.