El misterio del duende de Jujuy

En un pueblo de Jujuy, Argentina, se rumoreaba sobre la presencia de un duende que acechaba en la oscuridad, asustando a las personas. Su presencia generaba miedo y malestar en la comunidad.

Un día, una niña llamada Jaquelina se encontró con el duende y, en lugar de sentir miedo, sintió empatía por él. El duende le confesó a Jaquelina que se había convertido en duende porque su mamá lo había enterrado vivo debido a su aspecto diferente.

Conmovida por la historia del duende, Jaquelina decidió ayudarlo a encontrar una solución. Juntos, emprendieron un viaje para buscar a alguien que pudiera ayudar al duende a superar su condición y volver a ser feliz.

En el camino, vivieron aventuras emocionantes y conocieron a seres mágicos que los ayudaron en su búsqueda. Finalmente, encontraron a un sabio anciano que les enseñó que la verdadera belleza reside en el interior de las personas, y que el duende era único y especial tal como era.

Con esta revelación, el duende comprendió que su mamá lo había enterrado por miedo y falta de comprensión, y perdonó su acto.

Desde ese día, el duende dejó de asustar a las personas y se convirtió en un protector del pueblo, inspirando a todos a aceptar y valorar la diversidad.