El Misterio del Elevador




Arthur era un joven habilidoso con la reparación de elevadores. Un día, recibió un llamado para arreglar un antiguo ascensor en un misterioso hotel. La única condición era que debía terminar antes de las 8 de la noche.

A pesar de sentir algo de presión por el límite de tiempo, Arthur se dirigió al hotel. Al llegar, notó que el lugar parecía desierto, a pesar de ser pleno día.

Una extraña sensación de estar siendo observado lo invadió mientras trabajaba en el elevador. Cada vez que miraba por los espejos del ascensor, creía ver movimientos fugaces, pero al voltear, no había nadie. El reloj marcaba las 7:45 p.m. cuando finalizó las reparaciones.

De repente, un escalofrío recorrió su espalda al escuchar una voz susurrante que le decía: "No te vayas". Sobresaltado, Arthur salió corriendo del hotel sin mirar atrás. Al llegar a casa, se prometió no aceptar más reparaciones en lugares tan inquietantes.

Sin embargo, al día siguiente, descubrió en las noticias que el antiguo elevador del hotel se desplomó a las 8:15 p.m., justo después del horario límite.

Agradecido por haber confiado en su instinto, Arthur entendió que a veces, las advertencias pueden venir en las formas más inesperadas, y que seguir las indicaciones puede salvar vidas.

FIN.

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