El misterio del fantasma compasivo

Había una vez, en el Colegio Ntra Sra de la Compasión, una clase muy especial. Eran los alumnos de 3ºB, un grupo lleno de energía y alegría.

Pero también tenían algo que los hacía únicos: eran expertos en ser empáticos. Un día, mientras estaban en clase, la maestra les contó sobre un misterio que había ocurrido en el colegio. Al parecer, había un fantasma que merodeaba por los pasillos y asustaba a algunos estudiantes.

La maestra les pidió a los niños que se mantuvieran atentos y trataran de descubrir quién era ese fantasma. Los niños estaban emocionados con el desafío y se pusieron manos a la obra.

Decidieron formar equipos para investigar por separado y luego compartir sus hallazgos al final del día. El primer equipo estaba formado por Martina y Juanito. Ellos sabían que para resolver el misterio debían hablar con las personas que habían visto al fantasma.

Así que fueron a buscar a Lucas, quien afirmaba haberlo visto cerca del patio durante el recreo. "Lucas, cuéntanos lo que viste", preguntó Martina. "Estaba jugando fútbol cuando vi una sombra pasar frente a mí", respondió Lucas asustado.

"¿Pudiste ver si era un niño o una niña?", preguntó Juanito curioso. "No lo sé, fue demasiado rápido", contestó Lucas preocupado. El segundo equipo estaba conformado por Sofía y Mateo. Ellos pensaron que podrían encontrar pistas si revisaban la biblioteca del colegio.

Tal vez algún libro hablaba de fantasmas y les daría una idea de quién podría ser el causante del misterio. "Mira, Sofía, encontré un libro sobre fantasmas", dijo Mateo emocionado.

"¡Genial! Vamos a leerlo para ver si nos da alguna pista", respondió Sofía intrigada. Después de leer varias páginas, encontraron una historia que les llamó la atención. Hablaba de un niño llamado Tomás que había fallecido en el colegio muchos años atrás.

Según la leyenda, su espíritu seguía buscando algo importante que había perdido antes de morir. El tercer equipo estaba formado por Valentina y Ramiro.

Ellos decidieron buscar al conserje del colegio, Don Manuel, quien llevaba trabajando allí desde hacía mucho tiempo y probablemente sabría algo sobre el misterioso fantasma. "Don Manuel, ¿ha escuchado algo sobre un fantasma en el colegio?", preguntó Valentina con timidez. "Sí, he oído rumores pero nunca lo he visto personalmente", respondió Don Manuel pensativo.

"¿Alguna vez ha encontrado algo extraño durante sus rondas nocturnas?", preguntó Ramiro curioso. "Bueno... hay veces que encuentro cosas fuera de lugar en los pasillos", contestó Don Manuel misteriosamente. Al final del día, todos los equipos se reunieron para compartir sus descubrimientos.

Martina y Juanito no habían encontrado pistas claras sobre quién era el fantasma; Sofía y Mateo compartieron la historia del niño Tomás; Valentina y Ramiro mencionaron las cosas fuera de lugar que encontraba Don Manuel en sus rondas nocturnas.

De repente, todos los niños se dieron cuenta de algo importante. Si el fantasma estaba buscando algo, tal vez necesitaba ayuda. Decidieron unir fuerzas y ayudar al espíritu a encontrar lo que había perdido.

Juntos, buscaron en cada rincón del colegio hasta que encontraron una pequeña caja escondida detrás de un armario antiguo. Dentro de la caja había una foto de Tomás con su hermana menor y una carta dirigida a ella.

"Creo que encontramos lo que el fantasma estaba buscando", dijo Martina emocionada. "Vamos a entregárselo y poner fin a este misterio", agregó Juanito convencido.

Al día siguiente, durante la asamblea matutina, los alumnos de 3ºB le entregaron la foto y la carta a la hermana mayor de Tomás, quien también era alumna del colegio. Todos aplaudieron emocionados mientras veían cómo el fantasma desaparecía para siempre. Desde ese día, los niños aprendieron el valor de ser empáticos y comprender las necesidades de los demás.

Aprendieron que ayudar a alguien en dificultades puede marcar una gran diferencia en sus vidas. Y así fue como los alumnos de 3ºB del Colegio Ntra Sra de la Compasión se convirtieron en verdaderos expertos en empatía.