El misterio del faro encantado



Había una vez en un pequeño pueblo costero un grupo de amigos llamados Martina, Lucas, Sofía y Pablo. Un día, decidieron explorar un faro abandonado que se encontraba en el acantilado al lado del pueblo.

El faro tenía una leyenda que decía que estaba encantado y que quien se atreviera a entrar nunca saldría de allí. A pesar de los rumores, los amigos estaban muy emocionados por la aventura.

Al entrar al faro, descubrieron que las escaleras estaban cubiertas de telarañas y polvo, pero decidieron seguir adelante. Mientras subían, escucharon ruidos extraños y pasos que los llenaban de miedo. -

¿Escucharon eso? -preguntó Martina. -Sí, suena como si alguien estuviera caminando arriba -respondió Lucas.

A pesar del miedo, continuaron subiendo hasta llegar al último piso, donde encontraron una habitación llena de antiguos dispositivos de navegación y un viejo diario. El diario contaba la historia de un antiguo farero que había desaparecido misteriosamente hace muchos años.

Al terminar de leerlo, escucharon un susurro que decía: 'Ayúdenme'. Temerosos, salieron corriendo del faro y regresaron al pueblo. Decidieron investigar más sobre la historia del faro y descubrieron que el farero desaparecido era el abuelo de uno de ellos.

Entonces, se dieron cuenta de que el espíritu del abuelo estaba atrapado en el faro y necesitaba su ayuda para ser liberado. Con valentía, volvieron al faro con la determinación de resolver el misterio y ayudar al espíritu.

Descubrieron que el faro estaba encantado por un antiguo hechizo y que debían encontrar un antiguo amuleto para romper la maldición. Después de enfrentar peligros y acertijos, lograron encontrar el amuleto y liberar el espíritu del abuelo.

El faro dejó de estar encantado y se convirtió en un lugar de paz y luz. Desde ese día, los amigos aprendieron el valor de la amistad, el coraje y la importancia de ayudar a los demás.

FIN.

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