El misterio del garabato encantado



En un pequeño pueblo rodeado de montañas y campos verdes, vivía un grupo de niños muy traviesos. Siempre jugaban cerca del garape, un arroyo misterioso y cautivador. Los padres les advertían sobre el peligro de acercarse demasiado al agua, ya que contaban la leyenda del 'ánima del garape', un espíritu malévolo que se llevaba a los niños descuidados y los ahogaba en sus frías aguas. A pesar de las advertencias, los niños no prestaban mucha atención y continuaban con sus travesuras cerca del arroyo.

Un día, mientras jugaban cerca del garape, escucharon un susurro proveniente del agua. Al acercarse, vieron una figura borrosa que parecía llorar. -¿Quién eres? -preguntó el más valiente de los niños. -Soy el ánima del garape -respondió la figura con tristeza-. Me entristece ver cómo los niños no escuchan las advertencias de sus padres y se exponen al peligro. Pero en lugar de llevarme a los niños, desearía que aprendieran a cuidarse por sí mismos y a ser responsables.

Los niños, sorprendidos por las palabras del ánima, prometieron ser más precavidos y obedecer las indicaciones de sus padres. A partir de ese día, se esforzaron por ser más responsables y cuidadosos, ayudando en casa y prestando atención a las advertencias de los adultos.

Con el paso del tiempo, el garape se convirtió en un lugar seguro y mágico donde los niños aprendieron importantes lecciones sobre la responsabilidad y el cuidado personal. El ánima del garape, complacida por el cambio en los niños, se convirtió en un espíritu guardian que velaba por su seguridad.

Desde entonces, los niños del pueblo comprendieron la importancia de escuchar a sus padres y cuidar de sí mismos, convirtiéndose en adultos responsables y atentos a su entorno.

FIN.

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