El misterio del hámster perdido



Era un día soleado en la escuela primaria "El Arco Iris". Los alumnos del 3er grado estaban muy emocionados porque era el día de visita al zoológico. Sin embargo, antes de que pudieran salir, algo inesperado sucedió.

- ¡Seño Laura! - gritó Sofía, una de las alumnas, con lágrimas en los ojos. - ¡Nuestro hámster, Rocco, se ha perdido!

La seño Laura, con su dulce voz, intentó calmar a los chicos. - No se preocupen, chicos. Vamos a encontrar a Rocco. Primero, necesitamos organizar un plan.

Justo en ese momento, el portero Pablo entró al aula. - ¿Qué sucede, chicos? ¿Por qué tanto alboroto?

- Rocco, nuestro hámster, ha desaparecido - respondió Tomás, preocupado.

Pablo sonrió y dijo: - Bueno, yo solía ser un detective cuando era joven. Tal vez pueda ayudarlos.

Los alumnos, llenos de entusiasmo, decidieron que Pablo sería su jefe de investigación. - ¡Sí, vamos a ser detectives! - gritó Julián, emocionado.

- Primero, necesitamos pistas - continuó Pablo. - ¿Dónde fue la última vez que lo vieron?

- Yo lo vi en su jaula antes del recreo - explicó Ana. - Pero después, no lo encontramos.

Con esa pista en mente, Pablo y los chicos decidieron dividirse en grupos para buscar. La primera parada sería la sala de arte, donde escucharon un ruido extraño. Cuando entraron, encontraron a Rocco rodando por el suelo, jugando con unos pinceles.

- ¡Lo encontramos! - gritaron todos a la vez.

Pero antes de que pudieran acercarse a Rocco, él salió disparado corriendo hacia la puerta de la sala de arte. - ¡No! - exclamó Seño Laura. - No podemos dejarlo escapar otra vez.

Con determinación, los estudiantes comenzaron a formarse en fila y siguieron a Rocco por los pasillos de la escuela. - ¡Aguanten! - dijo Pablo, tratando de no perder de vista al pequeño hámster. - Nos está guiando hacia algo.

Siguieron a Rocco hasta la biblioteca. Al llegar, notaron que un grupo de alumnos del grado vecino estaba demasiado entretenido con su juego. Cuando se acercaron, vieron que Rocco estaba rodeado de libros.

- ¡Rocco los ha encontrado! - dijo Sofía, sorprendente. - Parece que está jugando a construir una fortaleza.

Mientras los chicos reían y se acercaban a Rocco, la directora Analia apareció. - ¿Qué está pasando aquí? - preguntó, con una mirada curiosa.

- ¡Directora! Rocco se ha escapado, pero lo encontramos - explicó la seño Laura, señalando al pequeño hámster, que ahora estaba intentando escalar un montón de libros.

- Bueno, parece que Rocco solo quería un poco de diversión - dijo Analia, sonriendo. - Pero debemos asegurarnos de que esté seguro en su jaula.

Después de mucho esfuerzo y risas, los chicos lograron atrapar a Rocco nuevamente y asegurarlo en su jaula. - ¡Hemos resuelto el misterio! - exclamó Julián, mientras todos aplaudían.

Al terminar la clase, Pablo recordó algo importante. - Chicos, gracias a esta aventura hemos aprendido a trabajar en equipo. Siempre es más fácil resolver problemas cuando colaboramos.

- ¡Sí! - coincidieron todos. - ¡Rocco nos enseñó que la amistad y el trabajo en equipo son lo más importante!

Así, los alumnos del 3er grado no solo lograron recuperar a su hámster, sino que también reafirmaron la importancia de la amistad y la colaboración. Aprendieron a ser detectives de una manera muy divertida, con un poco de ingenio y mucha diversión.

- ¡Hasta la próxima aventura! - dijeron todos a la vez, despidiéndose de su nuevo amigo, Rocco, que dormía plácidamente en su jaula, feliz y a salvo.

FIN.

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