El misterio del helado desaparecido



En el barrio de Villa Esperanza, Martín era conocido como el pequeño detective. Con tan solo 8 años, tenía una mente aguda y observadora que le permitía resolver cualquier misterio que se cruzara en su camino.

Desde la panadería hasta la librería, todos en el barrio sabían que podían contar con él para solucionar cualquier problema. Un día, mientras paseaba por la plaza del barrio, Martín escuchó un grito proveniente de la heladería "El Rincón Delicioso".

Corrió hacia allí y vio a doña Rosa, la dueña del local, llorando desconsoladamente. - ¿Qué sucede, doña Rosa? ¿Cómo puedo ayudarla? -preguntó Martín con preocupación.

Doña Rosa secó sus lágrimas y le contó a Martín que habían entrado ladrones esa misma madrugada y se habían llevado toda la recaudación de la semana. Martín se puso manos a la obra y comenzó a investigar.

Observó las huellas dactilares en el mostrador y encontró un hilo rojo cerca de la puerta trasera. Decidió seguir el hilo rojo que lo llevó hasta la peluquería "Cortes Modernos", justo al lado de la heladería.

Martín recordaba haber visto a Juan, el peluquero, merodeando por los alrededores de "El Rincón Delicioso" esa misma mañana. Entró decidido a hablar con él. - Juan, sé que estuviste cerca de la heladería esta mañana. ¿Tienes algo que contarme sobre lo ocurrido? -preguntó Martín con firmeza.

Juan se puso nervioso y finalmente confesó que había sido parte del robo por presión de unos malhechores a los que debía dinero. Había dejado el hilo rojo como pista para despistar a cualquiera que intentara seguirlos.

Martín llamó a la policía y entregaron a los ladrones antes de que pudieran escapar del barrio. Doña Rosa estaba muy agradecida con Martín por haber resuelto el misterio y devolverle lo robado. - ¡Gracias, pequeño detective! Eres un héroe para todos nosotros -dijo doña Rosa emocionada.

Desde ese día, Martín siguió resolviendo misterios en Villa Esperanza con valentía y astucia.

Se convirtió en un ejemplo para todos los niños del barrio, demostrando que no importa cuán pequeño seas; siempre puedes hacer grandes cosas si tienes determinación y buen corazón.

FIN.

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