El misterio del hotel encantado



Había una vez en una gran ciudad un valiente oficial de policía llamado Juanito. Siempre estaba dispuesto a resolver los misterios más difíciles y proteger a todos los habitantes de la ciudad.

Un día, mientras Juanito patrullaba las calles, recibió una llamada urgente. Había ocurrido una desaparición en un antiguo hotel embrujado. La víctima era Lady Marian, una joven de 22 años que se encontraba hospedada allí. Sin perder tiempo, Juanito se dirigió al lugar del suceso.

El hotel estaba oscuro y sombrío, con telarañas colgando por todas partes. A medida que avanzaba por los pasillos crujientes, podía sentir cómo el ambiente se cargaba de misterio y tensión.

Al llegar a la habitación de Lady Marian, Juanito comenzó a investigar minuciosamente en busca de pistas. Encontró huellas extrañas cerca de la ventana y decidió seguirlas hasta el salón principal del hotel. Allí se encontró con el mayordomo malvado, Don Rigoberto.

Era un hombre alto y espigado con ojos fríos y mirada penetrante. No parecía sorprendido por la presencia del oficial e intentó ocultar su nerviosismo.

Juanito decidió interrogarlo para obtener información sobre la desaparición de Lady Marian:- Buenos días Don Rigoberto ¿sabe algo acerca de lo sucedido con Lady Marian? - preguntó Juanito con voz firme. - No tengo idea qué le ha pasado a esa chica - respondió el mayordomo tratando de aparentar inocencia. Pero Juanito no se dejaba engañar fácilmente.

Sabía que había algo oscuro en esa habitación y no se rendiría sin obtener respuestas. - Escucha, Don Rigoberto, tengo pruebas de que estuvo involucrado en la desaparición de Lady Marian.

No le conviene mentirme - dijo Juanito con determinación. El mayordomo comenzó a sudar y miró alrededor nerviosamente antes de confesar:- Está bien, lo admito. Yo secuestré a Lady Marian porque quería robar su valioso collar de diamantes.

Pero nunca pensé que alguien como tú llegaría tan lejos para descubrir la verdad. Juanito arrestó al malvado mayordomo y rescató a Lady Marian sana y salva. La joven estaba asustada pero agradecida por su liberación.

Desde ese día, Juanito se convirtió en un héroe reconocido por toda la ciudad. Los habitantes lo admiraban por su valentía y dedicación para resolver los casos más difíciles. La historia de Juanito nos enseña el valor de luchar contra la injusticia y nunca rendirse ante las adversidades.

Nos muestra cómo cada uno de nosotros puede marcar la diferencia si nos esforzamos por hacer lo correcto.

Y así, el oficial Juanito continuó protegiendo a su ciudad con pasión y determinación, recordando siempre que ningún misterio era demasiado grande para él enfrentar.

FIN.

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