El Misterio del Humedal Capellanía
En un pequeño pueblo llamado Verdevivo, las plantas creían que su suerte estaba echada. Las flores estaban tristes y decían: "¡Nos falta agua limpia!" Los pajaritos también lo notaban y uno de ellos, llamado Pipo, decidió investigar.
Vuela aquí y allá, preguntando a los árboles y a los charcos. Después de un rato, encontró a un viejo sapo llamado Don Tóxico, que le explicó: "El agua de nuestro humedal Capellanía está contaminada por basuras y productos químicos.
Es por eso que nuestras hojas no son tan verdes como antes." Pipo se sintió triste, pero también decidió que no podía quedarse de brazos cruzados.
Junto a sus amigos, los demás animales del bosque, trazó un plan para limpiar el humedal y recuperar la pureza del agua.
Con la ayuda de un grupo de niños del pueblo que amaban la naturaleza, Pipo y sus amigos reunieron herramientas y montones de bolsas de basura.
"¡Sí se puede!" gritaron los chicos, mientras recogían desechos de todo tipo. Al final del día, el humedal lucía distinto: el agua brillaba como los ojos de un niño y las plantas recuperaban su color. "¡Lo logramos!" exclamó Pipo, saltando de alegría.
Desde ese día, todos en Verdevivo aprendieron que cuidar el agua y mantener el entorno limpio era esencial para vivir en armonía con la naturaleza.
Así, en el humedal Capellanía, las risas y el canto de los pájaros volvían a ser la melodía favorita de todos.
FIN.