El misterio del lago seco



En un pueblo cerca de la montaña vivía Sofía, una niña curiosa y amante de la naturaleza. Un día, al ir a jugar al lago con sus amigos, se dio cuenta de que el agua había disminuido considerablemente.

- ¡Chicos, el lago está secándose! - exclamó Sofía preocupada. - ¡Es imposible! - dijo Pedro, uno de sus amigos. Juntos decidieron investigar el misterio del lago seco.

En su búsqueda, descubrieron que el pueblo enfrentaba una grave crisis de escasez de agua, y que era responsabilidad de todos cuidar este recurso vital. Decidieron emprender una campaña para concientizar a los habitantes sobre el ahorro de agua. Organizaron charlas, repartieron folletos y hasta crearon un concurso de ideas creativas para ahorrar agua.

Poco a poco, la actitud de la gente empezó a cambiar. Los vecinos comenzaron a reparar las cañerías que perdían agua, a instalar dispositivos ahorradores, y a ser más conscientes en sus hábitos diarios.

Con el esfuerzo de todos, el lago volvió a recuperar su esplendor, reflejando el sol en sus aguas cristalinas. Un día, tras una intensa lluvia, el lago rebalsó de alegría, y Sofía y sus amigos saltaron de emoción al verlo lleno nuevamente.

- ¡Lo logramos! ¡Nuestro esfuerzo dio resultados! - gritaron llenos de felicidad. Desde ese día, el pueblo aprendió la importancia del ahorro de agua, y juntos prometieron cuidarla para siempre.

FIN.

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