El misterio del libro viviente
En la Biblioteca del Ministerio del Tiempo, donde se guardaban libros mágicos de autores famosos como Hans Christian Andersen, ocurrió un robo. Algunos libros clásicos desaparecieron misteriosamente una noche.
El equipo del Ministerio decidió investigar y descubrir al culpable para restaurar la paz en el mundo literario. La bibliotecaria, Doña Rosa, estaba muy preocupada por lo sucedido. Ella amaba los libros y no podía creer que alguien hubiera osado robar obras tan preciosas.
El conserje, Don José, parecía nervioso cada vez que le preguntaban sobre la noche del robo. La estudiante Mariana siempre estaba en la biblioteca estudiando y parecía saber más de lo que decía.
La autora local, Clara, tenía acceso a la biblioteca y podría haber aprovechado esa oportunidad para aumentar su inspiración. Y finalmente, la historiadora Ana era conocida por sus teorías conspirativas sobre obras antiguas.
El equipo decidió interrogar a cada sospechoso para encontrar pistas que los llevaran al verdadero ladrón. Doña Rosa les dijo: "No puedo creer que uno de ustedes haya traicionado nuestra confianza robando estos valiosos libros". "¡Yo amo los libros! ¡Jamás haría algo así!", exclamó indignada.
Don José sudaba frío mientras balbuceaba: "Yo solo limpio aquí, no sé nada del robo". Mariana miraba fijamente a sus zapatos mientras murmuraba: "No tengo idea de quién pudo ser". Clara sonreía nerviosa y afirmaba: "Mis historias son originales, no necesito copiar a nadie".
Y Ana cruzaba los brazos diciendo: "Tal vez el ladrón quiso ocultar un secreto dentro de esos cuentos". El equipo dedujo que el ladrón debía ser alguien con acceso a la biblioteca y conocimiento sobre literatura clásica infantil.
Decidieron revisar las cámaras de seguridad y encontraron imágenes borrosas de una figura encapuchada llevándose los preciados libros.
Tras analizar las pruebas obtenidas durante horas, el equipo llegó a una conclusión sorprendente: ¡el ladrón era en realidad un libro viviente! Se trataba de un personaje salido directamente de uno de los cuentos de Andersen que había cobrado vida propia gracias a un hechizo antiguo.
Con ingenio y valentía, lograron convencer al libro viviente de regresar los ejemplares robados prometiéndole una historia inolvidable dentro del Ministerio del Tiempo. Así se restableció la paz en la biblioteca y se fortaleció la justicia e instituciones sólidas al resolver el misterio sin acusar injustamente a ninguno de los sospechosos.
Desde ese día en adelante, Doña Rosa colocó un hechizo protector sobre todos los libros para evitar futuros robos mágicos.
Y juntos recordaron siempre que la magia literaria debe ser cuidada con amor y respeto para mantener viva la imaginación en todas las generaciones futuras.
FIN.