El Misterio del Mar Salado
En un pequeño pueblo costero llamado Villa Serena, existía un misterioso molinillo mágico. Este molinillo tenía el poder de conceder cualquier deseo a quien pronunciara la palabra mágica, pero también tenía el poder de detenerlo con otra palabra.
Un día, un hombre llamado Don Ernesto decidió comprar el molinillo mágico para usarlo en su restaurante. Él había escuchado de su extraordinario poder para condimentar la comida de manera perfecta.
Al llegar a su restaurante, Don Ernesto pronunció la palabra mágica, —"Salinapimienta" , y en un instante, el molinillo comenzó a esparcir una cantidad infinita de sal por todo el restaurante. La sal caía como una lluvia interminable sobre los asientos, las mesas y las cocinas.
Don Ernesto intentó frenar el molinillo, pero no recordaba la palabra para detenerlo. La sal seguía cayendo sin control, y Don Ernesto se dio cuenta de que había cometido un gran error.
El molinillo mágico nunca se detenía, y pronto toda la villa estaría cubierta de sal. Alarmados, los habitantes del pueblo buscaron una solución. Finalmente, una niña llamada Sofía recordó una antigua leyenda que hablaba de una palabra secreta, capaz de detener cualquier magia descontrolada.
Sofía corrió hacia Don Ernesto y le susurró la palabra secreta al oído. Don Ernesto, con esperanza en los ojos, pronunció la palabra, —"Libertad" . En ese momento, el molinillo mágico se detuvo y la sal dejó de caer.
La villa había sido salvada gracias a la valentía y la astucia de Sofía. Don Ernesto agradeció a la pequeña con una gran fiesta en su restaurante, donde todos celebraron la salvación del pueblo.
Desde ese día, el molinillo mágico fue colocado en un lugar especial, lejos del alcance de cualquiera que no conociera su verdadero poder. Y la historia se convirtió en una enseñanza para todos, demostrando que el deseo descontrolado y la falta de precaución pueden llevar a consecuencias inesperadas.
Aun así, la sabiduría y el ingenio de una pequeña niña lograron resolverlo todo.
FIN.