El Misterio del Monstruo del Lago



Había una vez, en un tranquilo pueblo en las montañas, vivía una pareja de jóvenes llamados Sofía y Marcos, quienes tenían una mascota muy especial, una vicuña llamada Violeta. Juntos, los tres disfrutaban de paseos por el lago, hasta que un día, mientras jugaban cerca del agua, un gran remolino surgió y Violeta desapareció en sus aguas. Sofía y Marcos, llenos de tristeza, juraron descubrir qué había pasado.

Decidieron investigar y buscar respuestas, así que se adentraron en el lago en su pequeña barca. Mientras remaban, sintieron que algo golpeaba su embarcación. ¡Era el monstruo del lago! Una enorme criatura con escamas relucientes. Aterrados, intentaron huir, pero una voz les detuvo.

"¡Esperen! No les haré daño", les dijo el monstruo con voz amable. Les contó que siempre había vivido en el lago, pero últimamente se sentía triste y solitario. Les confesó que el remolino que se llevó a Violeta fue creado accidentalmente por él mientras jugaba. Los jóvenes comprendieron que el monstruo no quería lastimar a nadie.

Movidos por la tristeza del monstruo, decidieron ayudarlo. Juntos, idearon un plan para hacer que el lago fuese un lugar seguro para todos. Sofía y Marcos organizaron una limpieza del lago, mientras el monstruo se comprometió a no causar más remolinos. Poco a poco, el lago recuperó su belleza y pronto se convirtió en un lugar feliz y pacífico.

El pueblo celebró la valentía de los jóvenes y la amistad con el monstruo del lago. Para honrar a Violeta, sembraron un campo de flores alrededor del lago, convirtiéndolo en un hermoso jardín.

Desde ese día, el lago se llenó de risas y juegos, y el monstruo encontró la amistad y compañía que tanto anhelaba. Sofía y Marcos comprendieron que la comprensión y la empatía pueden cambiar el mundo, y que la pérdida puede convertirse en un símbolo de amor y esperanza hacia un futuro mejor.

FIN.

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