El misterio del Ratón Pérez
Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Emilio. Este era un niño muy inquieto y curioso, al que le encantaba descubrir cosas nuevas.
Un día, Emilio se encontraba jugando en su habitación cuando de repente, sintió que algo se le movía en la boca. ¡Era su primer diente de leche que se había caído! Emocionado, Emilio corrió a contárselo a su mamá, quien le explicó que era el momento perfecto para conocer una tradición muy especial.
-“Hijo, seguramente en la noche vendrá el famoso Ratón Pérez a visitarte y te dejará una sorpresa a cambio de tu diente de leche”- le dijo su mamá con una sonrisa.
Emilio estaba fascinado con la idea de que un ratón pudiera traerle una sorpresa. Esa noche, antes de ir a la cama, colocó su diente bajo la almohada y se quedó dormido con la expectativa de ver qué pasaría.
En medio de la noche, Emilio sintió un pequeño ruido y al abrir sus ojos, vio a un ratoncito muy elegante con un saco lleno de monedas. -“¡Hola Emilio! Soy el Ratón Pérez y vengo a recoger tu diente de leche”- dijo el ratoncito con una voz suave.
Emilio, emocionado, le entregó su diente y el ratón le dejó una moneda a cambio. Al día siguiente, Emilio jugaba con su moneda cuando recordó que su mejor amigo, Roberto, también había perdido un diente.
Emocionado, Emilio corrió a contarle sobre la visita del Ratón Pérez y le explicó la tradición. Juntos, se propusieron investigar más sobre el misterioso ratón. Decidieron colocar un pequeño rastro de migas de pan para ver si el Ratón Pérez visitaba a más niños en el pueblo.
La noche siguiente, Emilio y Roberto se escondieron en su habitación y con gran entusiasmo esperaron. De repente, escucharon el sonido de una puerta que chirriaba y vieron al Ratón Pérez recogiendo el diente de otro niño.
Emocionados, los niños corrieron a contárselo a sus amigos, y pronto toda la ciudad estaba al tanto de la misteriosa visita del Ratón Pérez.
A partir de ese día, Emilio y sus amigos, comenzaron a cuidar sus dientes con más atención y a compartir la historia del Ratón Pérez con otros niños. Aprendieron que, más allá de la sorpresa, lo importante era cuidar su salud dental.
El misterio del Ratón Pérez se convirtió en una tradición que unía a todos los niños del pueblo en torno al cuidado de sus dientes y a la solidaridad en la espera de la visita del famoso ratoncito.
FIN.