El misterio del silencio perdido



En una pequeña escuela llamada 'Rivadavia' había una clase de tercer grado muy especial. Los niños eran curiosos, inquietos y muy ruidosos. La maestra, la señorita Rosa, estaba preocupada. No lograba que sus alumnos entendieran la importancia del respeto y el silencio en clase. Un día, la señorita Rosa decidió contarles una historia mágica.

-Hoy les contaré la historia del 'Silencio Perdido' -anunció la maestra con misterio en sus ojos. Los niños se acomodaron, ansiosos por escuchar-. Hace muchos, muchos años, en el Reino de la Sabiduría, existía una maravillosa energía llamada 'Silencio'. Este silencio era tan valioso que todos lo cuidaban y respetaban. Pero un día, el Silencio Perdido desapareció misteriosamente. El rey, desesperado, convocó a los mejores exploradores del reino para que lo buscaran, pero nadie logró encontrarlo. Los habitantes del reino empezaron a darse cuenta de que sin el Silencio Perdido, todo estaba desordenado y caótico. Las palabras se enredaban, los sonidos se confundían, y nadie podía concentrarse ni escucharse.

Los niños escuchaban atentos, sorprendidos por la historia. La señorita Rosa continuó: -El rey decidió convocar a los niños del reino, creyendo que su corazón puro y su inocencia podrían ayudar a encontrar al Silencio Perdido. Y así, cada niño emprendió una búsqueda especial, usando sus sentidos y su intuición para encontrar algo que no se ve ni se escucha, pero se siente en el corazón.

Los niños quedaron fascinados con la historia y la maestra les propuso un desafío: encontrar al Silencio Perdido en la escuela. Los niños, entusiasmados, se dividieron en grupos y comenzaron a buscar en todas partes. Registraron la biblioteca, inspeccionaron el patio, revisaron los rincones más escondidos y prestaron atención a los sonidos y a la ausencia de sonidos. Luego de un rato, entre risas y murmullos, un grupo de niños encontró algo en el rincón más alejado del patio. Era un antiguo reloj de sol, rodeado de flores silenciosas, bajo la sombra de un árbol antiguo. Los niños observaron el reloj y sintieron una extraña paz y quietud en su interior. Habían encontrado al Silencio Perdido.

Regresaron a clase con el reloj de sol y la señorita Rosa les explicó: -El Silencio no es solo ausencia de palabras. Es un estado de calma y respeto que nos permite escuchar, entender y aprender. La paz que sentimos al encontrar al Silencio Perdido es la misma que todos debemos cuidar en clase. Desde ese día, la clase de tercer grado de la escuela 'Rivadavia' se convirtió en un lugar donde el respeto y el silencio eran tan valiosos como encontrar al Silencio Perdido. Y los niños, conscientes de su importancia, aprendieron a disfrutar de la calma y la armonía en clase, mientras seguían siendo curiosos y creativos.

Y así, queridos niños, la historia del 'Silencio Perdido' se convirtió en una lección que nunca olvidaron, recordándoles que el respeto y el silencio son tesoros que todos llevamos en nuestro interior.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!