El Misterio del Sujeto Perdido



Era una mañana soleada en el pueblo de Pueblito Alegre. Jorge, un niño curioso y lleno de preguntas, salía de su casa con un gran libro bajo el brazo. Mientras paseaba, se encontró con su amiga Sofía, que estaba sentada en un banco dibujando.

"¡Hola, Sofía! ¿Qué estás haciendo?" - preguntó Jorge, emocionado.

"Hola, Jorge. Estoy dibujando un unicornio. ¿Y vos, qué tenés ahí?" - respondió Sofía.

"Es un libro de gramática, pero tengo una pregunta. ¿Qué es un sujeto? Siempre lo escucho en la escuela, pero no entiendo bien." - dijo Jorge, frunciendo el ceño.

Sofía pensó por un momento, luego sonrió, con una chispa de aventura en sus ojos.

"¿Sabés qué? Vamos a descubrirlo juntos. Tienes algunas pistas sobre el sujeto en tu libro. Acompáñame a la Plaza de los Conocimientos. Allí podremos aprender más sobre esto." - sugirió Sofía.

Jorge, entusiasmado, aceptó la propuesta. Juntos se dirigieron a la plaza, un lugar mágico lleno de libros voladores y personajes que explicaban temas curiosos a los niños.

Cuando llegaron, Juanito, un pequeño duende que cuidaba la plaza, los saludó con alegría.

"¡Hola, amigos! ¿Qué buscan hoy?" - dijo Juanito.

"Una respuesta a la pregunta de Jorge sobre qué es un sujeto!" - exclamó Sofía.

Juanito se rascó la cabeza, como si estuviese recordando algo importante.

"¡Ah, el sujeto! Es el héroe de la oración, el que hace la acción. Pero para entenderlo mejor, deben enfrentar un desafío. ¿Aceptan?" - dijo con una sonrisa traviesa.

Jorge y Sofía, siempre listos para una aventura, asintieron con entusiasmo.

"¡Sí, queremos el desafío!" - respondieron al unísono.

"Muy bien. Deben encontrar al Sujeto Mágico, que se ha perdido en un laberinto de palabras. Solo cuando lo encuentren, aprenderán la verdad sobre el sujeto. Sigan ese camino..." - indicó Juanito señalando un sendero lleno de letras flotantes.

Los chicos comenzaron su búsqueda. Al principio, el laberinto les pareció fácil, pero conforme avanzaban, las palabras empezaron a enredarse y confundirlos.

"¡Mirá, Sofía! Hay una palabra que dice 'correr'. ¿Eso es un sujeto?" - preguntó Jorge, al ver la palabra bailando frente a ellos.

"No, Jorge. 'Correr' es un verbo. El sujeto debe ser quien corre, como un perro o un niño, ¡pero aún no lo encontramos!" - explicó Sofía, tratando de mantenerse enfocados.

Después de varios intentos fallidos y muchas risas, llegaron a una sección donde las palabras estaban formadas en una frase: "El gato juega con ovillos de lana".

"¡Esto es raro!" - dijo Jorge, mirando la frase flotante.

"Jorge, mira. El gato es lo que hace la acción de jugar. ¡Es el sujeto!" - exclamó Sofía, emocionada.

De repente, el laberinto comenzó a transformarse. Las paredes de palabras se sacudieron y una sombra apareció en el centro.

"¡He aquí el Sujeto Mágico!" - gritó Juanito, quien había aparecido de nuevo para guiarlos.

El Sujeto Mágico, que parecía un pequeño gato brillante, sonrió.

"¡Hola! Para entenderme, no sólo debes saber que soy el que hace la acción en una oración, sino también que sin mí, las oraciones estarían vacías. ¡Soy el que da vida a las historias!" - dijo el gato, moviendo su colita con alegría.

Jorge y Sofía, emocionados por el descubrimiento, asintieron.

"Gracias por ayudarnos a entender!" - dijo Jorge.

"Ahora que saben quién soy, pueden crear historias increíbles. Recuerden, cada oración necesita un sujeto. ¡Usen su imaginación para inventar mundos llenos de aventuras!" - agregó el Sujeto Mágico mientras desaparecía entre las letras.

El laberinto se desvaneció, y Jorge y Sofía regresaron a la plaza, donde Juanito los esperaba.

"¿Lograron encontrar al Sujeto Mágico?" - preguntó.

"Sí, y aprendimos mucho sobre él. ¡Es fundamental para las oraciones!" - exclamó Sofía, contenta.

"Genial, chicos. Ahora cada vez que escriban, recuerden que el sujeto es su gran aliado para contar historias. ¡Así que a crear!" - dijo Juanito con una sonrisa.

Contentos y llenos de inspiración, Jorge y Sofía se despidieron de Juanito y volvieron a casa, listos para escribir las historias más emocionantes del mundo junto a su nuevo amigo, el Sujeto Mágico.

FIN.

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