El misterio del tío Martín



Había una vez un niño llamado Lucas que vivía con su mamá en una pequeña casita. Su mamá trabajaba muy duro para poder darle lo mejor a su hijo, pero eso significaba que tenía que trabajar de noche.

Para cuidar a Lucas, su tío Martín se quedaba con él mientras su mamá estaba en el trabajo. Martín era un hombre alto y robusto, con una voz grave y manos grandes.

A pesar de ser el tío de Lucas, el niño lo veía como un monstruo debido a su apariencia imponente. Cada vez que Martín le hablaba cariñosamente, Lucas se asustaba y se escondía bajo las sábanas.

En la escuela, la señorita Laura notó que Lucas estaba cada día más callado y triste. Un día, después de clases, la maestra se acercó a él y le preguntó qué le pasaba. Lucas no quería hablar al principio, pero finalmente confesó: "-Tengo miedo de mi tío Martín.

Lo veo como un monstruo. "La señorita Laura entendió inmediatamente la situación y decidió hablar con la mamá de Lucas.

Cuando la mamá supo lo que ocurría, sintió una profunda tristeza por no haberse dado cuenta antes del miedo de su hijo hacia su propio hermano. Sin perder tiempo, la mamá decidió llevar a Lucas a terapia para ayudarlo a superar sus miedos y ansiedades.

En las sesiones con la terapeuta, Lucas pudo expresar todo lo que sentía sin temor a ser juzgado.

Poco a poco, gracias al amor incondicional de su madre y al apoyo profesional recibido en terapia, Lucas comenzó a comprender que su tío Martín no era un monstruo real; solo era alguien diferente físicamente pero con un corazón bondadoso. Con el tiempo, Lucas logró vencer sus miedos y construir una relación más cercana con su tío Martín.

Descubrió que detrás de esa apariencia intimidante se escondía un hombre amable y cariñoso que siempre había estado allí para protegerlo. Desde ese día en adelante, Lucas aprendió una valiosa lección: nunca juzgar a alguien por su apariencia externa y siempre darle una oportunidad antes de formarse opiniones precipitadas.

Y así siguió creciendo feliz junto a su mamá y su querido tío Martín.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!