El misterio del tren en Guernica




María, Juan y José estaban emocionados porque iban de camino a la casa de Martin y Martina, que quedaba en Guernica. Mientras viajaban en el tren, de repente, algo extraño sucedió. El tren se detuvo bruscamente y todos se preguntaron qué había pasado. Al asomarse por la ventana, vieron que el tren había chocado a una persona en la vía. Todos estaban asustados y preocupados por lo que acababan de presenciar.

Los niños bajaron del tren cuando este se detuvo por completo. A lo lejos, divisaron a un grupo de personas que se acercaban corriendo hacia el lugar del accidente. María, Juan y José sintieron un nudo en el estómago al ver la escena, pero sabían que debían mantener la calma.

Mientras esperaban, decidieron ayudar como pudieran. Juan recordó que en su mochila llevaba vendas y alcohol, así que se ofreció para ayudar a los heridos. María y José colaboraron buscando agua y avisando a las autoridades. Juntos, lograron prestar los primeros auxilios y esperaron pacientemente a que llegara la ambulancia.

Mientras tanto, Martin y Martina, que ya los estaban esperando en la estación, se acercaron al grupo de niños.

- ¿Qué ha pasado? -preguntó Martina preocupada.

- Hubo un accidente. El tren chocó a una persona en la vía -respondió Juan con seriedad.

- ¿Y qué hicieron? -preguntó Martina.

- Prestamos ayuda como pudimos. Ahora estamos esperando a la ambulancia -dijo María.

Finalmente, la ambulancia llegó y se llevaron a la persona herida. La situación se calmó y todos respiraron aliviados. El grupo de niños, con Martin y Martina, se retiró de la estación para dirigirse a casa. Durante el camino, conversaron sobre lo sucedido.

- Chicos, lo que hicieron fue valiente y solidario. Es importante ayudar a los demás en situaciones difíciles -dijo Martina con orgullo.

- Sí, es importante recordar que todos podemos hacer la diferencia cuando estamos dispuestos a ayudar -añadió José.

- Nunca sabemos cuándo vamos a necesitar la ayuda de alguien, por lo que es bueno ser solidarios y amables con los demás -agregó María.

Al llegar a casa de Martin y Martina, los niños se sentían satisfechos por haber actuado con valentía y solidaridad. Aprendieron que, incluso en situaciones difíciles, siempre podemos hacer algo para ayudar a los demás. Esa noche, compartieron una rica cena y se sintieron agradecidos por estar juntos y por haber aprendido una gran lección.

FIN.

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