El misterio del triángulo de colores

En un pequeño pueblo, vivía un gato muy curioso llamado Matías. Un día, paseando por las calles, Matías se detuvo frente a un grafiti en un muro. Este grafiti representaba un corazón lleno de colores y alrededor de él, un misterioso triángulo.

- ¿Qué será este símbolo? -se preguntó Matías.

Decidido a resolver el enigma, el gato emprendió un viaje hacia el bosque, donde vivía su amigo Oso. El oso, al ver el grafiti, reflexionó y dijo:

- Este triángulo representa la unión de los diferentes colores y emociones. Es un mensaje de amor y amistad.

Intrigados, decidieron buscar en la cajuela de una vieja camioneta Toyota Supra abandonada, donde encontraron una libreta antigua llena de dibujos contemporáneos que desprendían amor y alegría. Al hojearla, notaron que cada dibujo representaba una emoción distinta y, juntos, formaban un mágico triángulo de colores.

Decididos a descubrir más, partieron hacia el bosque en busca de pistas. Una suave lluvia comenzó a caer, y en medio de la oscuridad, una mariposa de colores iluminó su camino. Siguiéndola, llegaron a una casa donde una anciana les enseñó a hacer masa con harina y agua, mezclando los ingredientes con cariño.

En ese momento, entendieron que cada color y emoción simbolizaba una etapa de la vida: el amarillo representaba la alegría, el azul la tristeza, el verde la esperanza, el rojo el amor y el naranja la amistad. Juntos, crearon una mágica pintura con gaslagrimogeos que reflejaba sus sentimientos.

De regreso al pueblo, dibujaron el triángulo de colores en el pizarrón de la escuela, donde todos descubrieron su significado. Empapados de alegría, compartieron la lección con la comunidad, inspirando a todos a expresar sus emociones a través del arte.

- ¡Qué maravilla! -exclamó un perico que volaba por la ventana.

Desde ese día, el triángulo de colores se convirtió en el símbolo de unidad y amor en el pueblo. La magia de la amistad y la creatividad había iluminado hasta el rincón más oscuro. Y Matías, el gato, comprendió que, como en un grafiti, la vida es un lienzo en blanco que esperaba ser pintado con los colores del amor y la amistad.