El misterio en el museo de ciencias naturales


Los egresados de la sala de 5 del colegio Divino Rostro estaban muy emocionados. Era un día muy especial, ya que su maestra la Seño Flor los había llevado de excursión al museo de ciencias naturales. Los niños estaban ansiosos por descubrir los secretos que guardaba el museo.

Al llegar, la Seño Flor les explicó la importancia de cuidar y respetar la naturaleza, y cómo el museo era un lugar donde podían aprender más sobre el mundo que los rodeaba. Mientras recorrían las salas, los niños se maravillaban con los esqueletos de dinosaurios, las impresionantes piedras y los animales disecados.

Pero de repente, algo extraño sucedió. Uno de los esqueletos de dinosaurio parecía moverse. Los niños se acercaron con curiosidad, y para su sorpresa, el esqueleto comenzó a brillar y cobró vida, convirtiéndose en un dinosaurio de verdad. Los niños gritaron de emoción y sorpresa.

- ¡Es un dinosaurio de verdad! -exclamó Juanito, el niño más valiente de la clase.

El dinosaurio, llamado Dino, les contó que estaba atrapado en el museo desde hacía mucho tiempo y que necesitaba la ayuda de los niños para encontrar una pieza especial que lo ayudaría a volver a su época. Los niños, emocionados, aceptaron ayudar a Dino.

Así comenzó una emocionante aventura en la que los niños recorrieron cada rincón del museo, resolviendo acertijos y descifrando pistas para encontrar la pieza perdida. Se enfrentaron a desafíos que los hicieron trabajar en equipo, usar su ingenio y aprender sobre la importancia de preservar la naturaleza para el equilibrio del planeta.

Finalmente, gracias a su valentía y trabajo en equipo, los niños encontraron la pieza que Dino necesitaba. Con lágrimas en los ojos, Dino agradeció a los niños y, al colocar la pieza en su lugar, desapareció con un destello, regresando a su época.

Los niños regresaron al colegio con la satisfacción de haber vivido una aventura increíble y con la certeza de que, trabajando juntos, podían lograr grandes cosas. La Seño Flor, orgullosa de sus valientes alumnos, les recordó la importancia de cuidar el mundo que los rodea y que, como Dino, cada ser vivo merece respeto y protección.

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