El misterio en la ciudad nocturna

Lola era una niña curiosa que siempre había soñado con ser detective. Una noche, decidió que era el momento de empezar a buscar pistas.

A pesar de que sus padres le habían dicho que no saliera de noche, ella se escapó de su casa decidida a investigar. Al salir a la calle, se dio cuenta de que la ciudad era muy diferente de día.

No había gente caminando por las calles, las luces brillaban de manera misteriosa y los edificios parecían esconder secretos. Lola se adentró en la ciudad, sintiendo una mezcla de emoción y miedo. Mientras caminaba, escuchó un ruido extraño. Decidió acercarse a investigar. Encontró a un gatito que maullaba angustiado.

Lola lo levantó en sus brazos y decidió ayudarlo a encontrar a su dueño. Así, siguió pistas por la ciudad, preguntando a los pocos transeúntes que encontraba. Finalmente, llegó a una antigua casa donde una mujer mayor lloraba desconsolada.

Resulta que el gatito era su mascota perdida, un regalo de su difunto esposo. La mujer agradeció a Lola con lágrimas en los ojos y le regaló una medalla de detective honorario.

Lola volvió a casa con una gran sonrisa en el rostro, sabiendo que, incluso en la noche más oscura, siempre hay oportunidades para ayudar a los demás.