El misterioso ajedrez de la abuela
Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Tomás, a quien le encantaba jugar ajedrez con su abuela Mercedes.
La abuela Mercedes era una experta jugadora de ajedrez y siempre ganaba las partidas contra Tomás, quien anhelaba un día poder vencerla. Un día, la abuela Mercedes le regaló a Tomás un antiguo tablero de ajedrez que había pertenecido a su bisabuelo. El tablero tenía un aspecto misterioso y estaba tallado con extraños símbolos.
La abuela Mercedes le dijo a Tomás: "Este tablero es especial, guarda un secreto que solo se revelará cuando juegues la partida perfecta". Tomás se sintió emocionado y decidido a descubrir el misterio del tablero.
Comenzó a practicar cada día, estudiando las estrategias y buscando la partida perfecta. Después de semanas de entrenamiento, Tomás desafió nuevamente a su abuela a una partida. Durante la partida, ambos estaban completamente concentrados, moviendo las piezas con astucia y precisión. El suspenso llenaba la habitación mientras la partida avanzaba.
De repente, Tomás hizo un movimiento sorprendente que dejó a la abuela Mercedes en una posición complicada. La emoción creció en el ambiente y Tomás vio un destello de asombro en los ojos de su abuela.
Finalmente, con un brillante movimiento, Tomás puso a la abuela en jaque mate. La abuela Mercedes sonrió con orgullo y le dijo a Tomás: "Has realizado la partida perfecta, has descubierto el secreto del tablero".
En ese momento, el tablero comenzó a brillar con una luz mágica y se abrió en dos, revelando un tesoro oculto en su interior. Tomás y su abuela se miraron emocionados mientras descubrían el misterioso tesoro.
Desde ese día, Tomás continuó practicando ajedrez, compartiendo la emoción del juego con su abuela y recordando siempre la partida perfecta que les había revelado un increíble secreto.
FIN.