El misterioso amor de Eli



Era una vez en un tranquilo pueblo, donde vivía una joven llamada Eli. A Eli le encantaba leer, pasaba horas y horas inmersa en las páginas de sus libros favoritos. Un día, mientras paseaba por el parque, vio a un joven de piel blanca como el caramelo. Sus ojos profundos brillaban con un misterio que la atrajo de inmediato. El joven siempre estaba apartado, observando el mundo a su alrededor sin decir una palabra. Todos en el pueblo lo veían como un extraño, pero Eli sentía una inexplicable conexión con él.

Pasaron los días y Eli y el misterioso joven se cruzaban de vez en cuando. Hasta que una mágica noche de verano, durante un evento en el pueblo, sus mundos chocaron. El misterioso joven, cuyo nombre resultó ser Alejandro, estaba sentado en un rincón cuando Eli se acercó con curiosidad. -¿Por qué siempre estás solo? -le preguntó con amabilidad. Alejandro la miró con sorpresa, pero en vez de alejarse, le tendió la mano y ambos comenzaron a conversar. Descubrieron que tenían mucho en común, a pesar de las apariencias.

A partir de esa noche, Eli y Alejandro se volvieron inseparables. Juntos exploraron el pueblo, compartieron momentos divertidos y descubrieron la magia que empezaba a florecer en sus corazones. Con el tiempo, su amistad se convirtió en un hermoso amor.

Un día, mientras paseaban por el bosque, encontraron un libro antiguo lleno de historias maravillosas. Decidieron compartir esas historias con los niños del pueblo, organizando encuentros de lectura. Los niños se maravillaban con las aventuras y aprendizajes que los libros les brindaban. Eli y Alejandro descubrieron que su amor por la lectura no solo los había unido, sino que también les había permitido llevar el conocimiento y la imaginación a los corazones de muchos.

Y así, el misterioso amor de Eli y Alejandro se convirtió en una hermosa historia que inspiró a todos en el pueblo a valorar la conexión con los demás, a apreciar las diferencias y a descubrir la belleza de la lectura. Eli y Alejandro vivieron felices para siempre, compartiendo su amor, su pasión por la lectura y su deseo de hacer del mundo un lugar mejor.

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FIN.

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