El misterioso goteo del jardín mágico



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, una niña llamada Sofía que tenía un perro muy especial llamado Toby. Sofía y Toby eran inseparables, siempre estaban juntos en todas partes.

Una noche, como de costumbre, Sofía se quedó dormida con su mano colgando fuera de la cama y Toby debajo de la cama lamiéndole la mano. De repente, un ruido misterioso despertó a Sofía. Eran gotas que caían sin parar.

Sofía se preguntaba de dónde venía ese sonido tan extraño. Sofía se levantó de la cama y encendió la luz para investigar. Caminó por toda la habitación pero no podía encontrar el origen del goteo.

Entonces, decidió regresar a la cama y tratar de ignorarlo para poder volver a dormir. Al acostarse nuevamente, sintió a Toby lamiendo su mano como intentando calmarla. "Tranquilo Toby, todo está bien", dijo Sofía acariciando a su fiel amigo animal.

Pero el goteo continuaba y cada vez era más fuerte. Sofía comenzaba a preocuparse.

Fue entonces cuando recordó que su abuelita le había contado sobre un pasadizo secreto en su habitación que llevaba a un lugar mágico donde los problemas se convertían en retos por superar. Decidida a resolver el misterio del goteo, Sofía buscó el pasadizo detrás del armario según las indicaciones de su abuelita.

Al abrirlo, una luz brillante iluminó el cuarto y pudo ver un hermoso jardín lleno de flores y mariposas. Sofía entró valientemente al pasadizo seguida por Toby. Descubrieron que el sonido provenía de una fuente mágica custodiada por hadas amigables que les explicaron que el agua representaba los miedos y preocupaciones que debían enfrentar juntos.

Con valentía, Sofía tomó un cubo dorado y empezó a reagarrar el agua gota a gota mientras Toby la animaba moviendo su cola felizmente.

Finalmente, lograron detener el goteo y el jardín brilló con más intensidad mostrando colores nunca antes vistos. Las hadas les entregaron una llave dorada como símbolo de coraje y determinación para enfrentar cualquier desafío futuro.

Sofía comprendió entonces que no hay problema sin solución cuando se tiene valor y amor incondicional como el de su fiel amigo Toby. Desde esa noche, cada vez que escuchaban un goteo en Villa Alegre, todos sabían que era Sofia resolviendo otro reto junto a su inseparable compañero canino. Y colorín colorado este cuento ha terminado!

FIN.

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