El misterioso jirasol
En un hermoso jardín, crecía una planta muy especial: el jirasol. A diferencia de las demás plantas, el jirasol tenía la habilidad de cambiar de color y forma según su estado de ánimo. Un día, en ese jardín, vivían tres amigos: Lucas, Martina y Tomás. Ellos siempre jugaban juntos alrededor del jirasol, pero nunca se habían dado cuenta de su peculiaridad.
Un día, el jirasol amaneció con un brillo especial y comenzó a girar sus pétalos de forma peculiar. Los niños se acercaron sorprendidos y observaron cómo el jirasol tomaba la forma de una escalera. Sin pensarlo dos veces, Lucas subió por la escalera floral y al llegar a la cima, encontró un pequeño mensaje escrito con polen brillante. Decía: “Si quieres descubrir un tesoro, sigue tu corazón y ayuda a quien lo necesite”.
Los niños se emocionaron con la idea de encontrar un tesoro y decidieron seguir el mensaje. El jirasol continuaba cambiando de forma y color a medida que los amigos avanzaban. En su travesía, encontraron a una mariposa atrapada entre las ramas de un árbol. Martina, con valentía, decidió ayudarla y la liberó. La mariposa, agradecida, les dijo: “El verdadero tesoro se encuentra en ayudar a los demás”.
Los amigos comprendieron el mensaje y continuaron su aventura. Llegaron a un arroyo donde escucharon el llanto de un pájaro que había perdido su nido. Sin dudarlo, Tomás construyó un nuevo nido para el pájaro, quien emocionado les dijo: “La verdadera riqueza está en la generosidad y el amor que entregamos”.
Al final de su travesía, los amigos regresaron junto al jirasol, quien brillaba con una luz cálida y reconfortante. Entendieron que el verdadero tesoro era la amistad, la solidaridad y la bondad que compartían entre ellos. A partir de ese día, cada vez que el jirasol cambiaba de forma y color, los amigos sabían que era una oportunidad para hacer el bien en el mundo.
FIN.