El misterioso reino de las figuras geométricas
En un reino lejano, todas las figuras geométricas vivían felices y contentas. Había círculos, cuadrados, triángulos, rectángulos y muchas otras formas, pero también vivían las figuras que no ocupaban lugar, como la línea y el punto. A pesar de ser diferentes, todas convivían en armonía en el misterioso reino de las figuras geométricas.
Un día, el rey Círculo convocó a todas las figuras a una reunión urgente. - Queridas figuras, hemos recibido una misión muy importante. El mundo exterior está en peligro y necesitamos demostrarles que las figuras geométricas pueden ser de gran ayuda. - anunció el rey Círculo.
Las figuras se miraron entre sí con curiosidad. El rey Círculo explicó que debían emprender un viaje hacia el mundo exterior para ayudar a resolver un gran problema en la ciudad de Geometría. Algunas figuras dudaban de su capacidad para ayudar, pero el rey Círculo les recordó que cada una tenía habilidades únicas que podían ser muy valiosas.
El primer desafío al que se enfrentaron fue un laberinto muy complicado. El rey Círculo, con su capacidad de rodar sin detenerse, fue capaz de guiar a las demás figuras a través del laberinto, encontrando la salida más rápido de lo que jamás hubieran imaginado.
Al salir del laberinto, se encontraron con un río de lava que bloqueaba su camino. El rey Círculo, con su gran tamaño, utilizó su fuerza para crear un puente con la ayuda de algunas figuras más pequeñas que se encajaron perfectamente entre sí, formando un camino seguro sobre el río de lava.
Finalmente, llegaron a la ciudad de Geometría, donde descubrieron que un malvado mago estaba transformando todas las figuras en caos y desorden. Las figuras geométricas unieron sus habilidades y formaron un plan para detener al mago. El rey Círculo rodó a gran velocidad, desorientando al mago, mientras las demás figuras se unían para formar figuras complejas que lo confundían aún más.
Al final, el mago se rindió y las figuras geométricas restauraron el orden en la ciudad de Geometría. Regresaron a su reino como héroes, habiendo demostrado que cada figura, ya sea geométrica o no, tiene un lugar y un propósito en el mundo.
Desde ese día, las figuras geométricas y las que no ocupaban lugar vivieron en armonía, compartiendo sus habilidades únicas para ayudarse mutuamente y hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.