El misterioso tren del parque


Luz y Juanita estaban emocionadas por pasar un día entero en el parque de diversiones. Habían planeado montarse en todas las atracciones juntas, y el misterioso tren fantasma era una de ellas.

- ¿Tú tienes miedo del tren fantasma, Luz? - preguntó Juanita con una sonrisa traviesa. - No, yo no tengo miedo - respondió Luz tratando de parecer valiente aunque en realidad sentía un poco de temor.

Cuando llegaron a la entrada del tren fantasma, se encontraron con una larga fila de personas esperando para subir.

Las dos niñas se tomaron de la mano y empezaron a caminar hacia adelante mientras observaban los detalles espeluznantes del lugar: arañas gigantes colgadas del techo, murciélagos que volaban sobre sus cabezas y esqueletos que parecían estar vigilándolas desde las paredes. Finalmente llegó su turno para subir al vagón. Se sentaron juntas y aferraron sus manos fuertemente mientras el vagón comenzaba a moverse lentamente.

La oscuridad total envolvió a las dos niñas mientras avanzaban por el túnel. De repente, escucharon un ruido extraño detrás de ellas. Era como si alguien o algo estuviera siguiéndolas dentro del túnel oscuro.

Luz comenzó a sentir más miedo que nunca antes había sentido en su vida. - ¡Juanita! - gritó Luz agarrándose fuertemente del brazo de su prima -, no me gusta esto. Quiero salir ya mismo.

Pero entonces ocurrió algo inesperado: el vagón se detuvo abruptamente y quedó completamente en la oscuridad. - ¿Qué está pasando? - preguntó Juanita con miedo en su voz. - No lo sé, pero no me gusta nada - respondió Luz temblando de miedo.

De repente, se encendió una luz tenue y un hombre vestido como un mago apareció frente a ellas. El hombre las invitó a seguirlo por un camino secreto que los llevaría a una salida segura.

Las niñas siguieron al mago y salieron del tren fantasma a través de una puerta oculta. Cuando llegaron afuera, el sol brillaba en el cielo y la gente seguía disfrutando del parque de diversiones sin saber lo que acababa de pasar dentro del misterioso tren fantasma.

- Gracias por salvarnos - dijo Juanita al mago con gratitud en su voz. - No hay problema, chicas. Siempre estoy aquí para ayudar cuando alguien necesita ayuda - respondió el mago sonriendo amablemente.

Luz y Juanita aprendieron esa día que siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte cuando tengas miedo o te encuentres en problemas. Y nunca olvidarían esta aventura emocionante que compartieron juntas en el parque de diversiones.

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