El misterioso viaje de Ana Magdalena

Ana Magdalena caminaba de regreso a su casa en el transportador, con la mirada perdida en el horizonte. Siempre había sido una ávida lectora, pero ese día, algo la inquietaba tanto que ni siquiera quería abrir un libro.

Pasaba las páginas de su mente una y otra vez, tratando de entender sus propios pensamientos.

De repente, se encontró con un anciano sabio que, al ver su gesto de preocupación, le preguntó amablemente: '-'¿Qué te aqueja, querida Ana Magdalena?' Ana, sorprendida, decidió abrir su corazón y contarle al anciano sus preocupaciones. Él, con una sonrisa amable, le contó historias de amor y coraje, y de cómo el poder de la mente puede cambiar incluso las situaciones más difíciles.

Juntos, emprendieron un viaje por tierras mágicas, enfrentando desafíos y descubriendo la importancia de la confianza en uno mismo y en los demás.

En su travesía, Ana aprendió a aceptar sus temores, a apreciar el valor de la amistad y a descubrir la fuerza interior que todos llevamos dentro. Al final del viaje, Ana volvió a casa, con una sonrisa en el rostro y las ganas de leer y descubrir mundos nuevos en su corazón.

Desde ese día, ella supo que, a pesar de los miedos, siempre hay una luz al final del camino, una luz que brilla con la fuerza de la esperanza.'