El misterioso viaje de Pedro y Juan
Era una mañana soleada en el tranquilo pueblo de Villasol. Pedro y Juan, dos amigos inseparables, decidieron que era el momento perfecto para una aventura. Mientras exploraban el viejo desván del abuelo de Pedro, encontraron un mapa antiguo cubierto de polvo. Tenía un dibujo de un bosque encantado y una X que marcaba un lugar especial.
"¡Mirá Juan!" - exclamó Pedro, sosteniendo el mapa entre sus manos. "¿Te imaginás que si seguimos este mapa podríamos encontrar un tesoro?"
"¡Sí!" - respondió Juan con entusiasmo. "¡Vamos ya! No hay tiempo que perder."
Los dos amigos llenaron una mochila con provisiones: unos sándwiches de mermelada, dos botellas de agua y una linterna, por si acaso. Partieron hacia el bosque merecedor de un lugar en los cuentos de hadas, que se alzaba al final de la calle.
El viaje fue muy divertido, riendo y cantando, pero al llegar a la entrada del bosque, se sintieron un poco nerviosos. Las sombras de los árboles parecían danzar, y el canto de los pájaros resonaba misteriosamente.
"¿Y si encontramos algo raro, Pedro?" - preguntó Juan, un poco asustado.
"No hay que preocuparse, Juan. Recuerda, siempre tendremos que ser valientes. ¡Vamos!" - animó Pedro.
Mientras caminaban, se encontraron con un arroyo cristalino lleno de piedras brillantes. Al intentar cruzarlo, una de las piedras le habló a Juan:
"¡Hola, pequeño viajero!" - dijo la piedra, reluciendo bajo el sol. "Si quieres atravesar, tendrás que responder a una adivinanza."
Juan y Pedro miraron asombrados.
"¡Sólo queremos cruzar!" - dijo Pedro.
"Es parte del camino. Escuchen: ‘Blanco por dentro, verde por fuera. Si quieres que te diga, espera’" - la piedra sonrió.
Pedro pensó por un momento y dijo:
"¡Una sandía!"
La piedra se apartó, dejando el paso libre, y los amigos cruzaron el arroyo.
Siguiendo su camino, pronto llegaron a un claro donde encontraron una hermosa mariposa resaltante.
"¡Qué maravilla!" - exclamó Juan. "Espero que también nos hable."
Para su sorpresa, la mariposa aleteó suavemente y dijo:
"¡Bienvenidos, viajeros! Les haré una pregunta. Para encontrar algo especial, deben encontrar la alegría en lo simple. ¿Qué puede hacer que cada día sea especial?"
Pedro miró a Juan y contempló el paisaje.
"¡Por supuesto! Pasar tiempo con quienes amamos, disfrutar de la naturaleza..." - dijo Pedro, emocionado.
"¡Correcto!" - dijo la mariposa, haciendo piruetas en el aire. "Ahora puede seguir su camino."
Pedro y Juan avanzaron cada vez más profundo en el bosque, hasta que se toparon con una cueva oscura. La entrada estaba cubierta de hojas, y el eco susurrante parecía llamarlos.
"¿Deberíamos entrar?" - preguntó Juan, un poco temeroso.
"Sí, parece que este es el lugar marcado en el mapa." - respondió Pedro con determinación.
Entraron en la cueva, donde unas piedras brillantes iluminaban el camino. Al final, encontraron un cofre antiguo. Con la emoción a mil, lo abrieron y encontraron...
"¿Qué es esto?" - susurró Juan, mirando dentro del cofre.
"¡Son semillas!" - dijo Pedro, un poco decepcionado. "Pensé que encontraríamos oro..."
Pero la mariposa apareció de nuevo.
"Recuerden, lo que tienen aquí son semillas de felicidad. Plantenlas y verán cómo crece un hermoso jardín. El verdadero tesoro está en dar y compartir amor."
Inspirados, decidieron llevar las semillas de vuelta a Villasol. Comenzaron a sembrarlas junto a sus amigos y familiares. Con cuidado y cariño, regaron cada semillas, y el jardín floreció en colores vibrantes y aromas dulces.
Los niños del pueblo vinieron a jugar y disfrutar de la belleza del jardín, recordando que el verdadero tesoro eran los momentos compartidos y las risas entre amigos. La aventura de Pedro y Juan no había sido sobre buscar oro, sino sobre el valor de la amistad y la alegría de cultivar amor en sus corazones.
Así, el bosque se convirtió en un lugar de reunión donde todos aprendieron a celebrar juntos y a cuidar la naturaleza, compartiendo cada día con gratitud y una sonrisa.
Y cada vez que alguien venía a visitar el jardín, Pedro y Juan sonreían, recordando su misterioso viaje y cómo habían encontrado lo que realmente importa en la vida.
FIN.