El Mono de las Palabras Mágicas



Había una vez un mono llamado Mono Monosílabos que vivía en la selva junto a su mamá y su abuela. Mono Monosílabos era un mono muy especial, ya que solo podía decir palabras de una sola sílaba.

Un día, mientras jugaba entre los árboles, Mono Monosílabos encontró una piedra mágica brillante.

Al tocarla, la piedra comenzó a hablar y le dijo: "Mono Monosílabos, si quieres aprender a hablar como los demás animales de la selva, debes ir al Gran Sabio del Bosque". Sin perder tiempo, Mono Monosílabos se dirigió hacia el lugar indicado. Luego de caminar durante horas por el espeso bosque, finalmente llegó ante el Gran Sabio del Bosque.

El sabio era un búho anciano con grandes ojos sabios. —"Hola"  -dijo Mono Monosílabos tímidamente. —"Bienvenido" , respondió el búho con voz grave. "¿Puedes ayudarme a hablar como los demás animales?", preguntó Mono Monosílabo. "Claro que puedo", contestó el búho-.

Pero primero debes superar tres pruebas para demostrar tu valentía y determinación. Mono Monosílabo aceptó el desafío sin dudarlo. La primera prueba consistía en trepar hasta la cima del árbol más alto de la selva y traer una fruta dorada que solo crecía allí.

Con gran esfuerzo pero sin rendirse jamás, Mono Monosílabo trepó hasta lo más alto del árbol y tomó la fruta dorada.

Al regresar, el Gran Sabio lo felicitó y le dijo: "Has superado la primera prueba, ahora debes enfrentar la segunda". La segunda prueba era encontrar una mariposa mágica que solo aparecía durante las noches de luna llena.

Mono Monosílabo se adentró en el bosque oscuro y siguió el suave aleteo de la mariposa hasta encontrarla posada sobre una flor. Con paciencia y cuidado, Mono Monosílabo atrapó la mariposa mágica. El Gran Sabio quedó impresionado por su habilidad y le dijo: "Has superado también la segunda prueba, ahora solo queda una más".

La tercera prueba consistía en resolver un acertijo complicado. El búho planteó el acertijo y Mono Monosílabo lo pensó detenidamente. Después de mucho esfuerzo, logró dar con la respuesta correcta.

El Gran Sabio sonrió satisfecho y le dijo: "Felicitaciones, has demostrado ser un mono valiente e inteligente. Ahora eres digno de aprender a hablar como los demás animales". El búho sacó una poción mágica de su bolsillo y se la dio a Mono Monosílabos para beberla.

Al instante, las palabras empezaron a fluir por su boca sin dificultad alguna. "¡Gracias!" -exclamó emocionado Mono Monosílabos-. Ahora podré comunicarme con todos mis amigos en la selva. Desde ese día, Mono Monosílabos hablaba con todos los animales del bosque.

Compartió sus conocimientos y experiencias con ellos, y todos aprendieron a valorar la importancia de la determinación y el esfuerzo.

Y así, Mono Monosílabos vivió una vida plena en la selva, siempre recordando que no importa cuán difícil parezca un desafío, si uno persevera y nunca se rinde, podrá alcanzar cualquier meta.

FIN.

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