El mono que aprendió a trepar

En la selva vivía un pequeño mono llamado Simón, quien sentía mucha tristeza porque no podía trepar los árboles como los demás monitos. Cada vez que intentaba escalar, resbalaba y caía al suelo.

Simón observaba con envidia a sus amigos que saltaban de rama en rama con destreza y agilidad. Un día, su amigo Lucas se dio cuenta de la angustia de Simón y decidió ayudarlo. "No te pongas triste, Simón.

Yo te enseñaré a trepar", dijo Lucas con una sonrisa. Juntos, practicaron todos los días. Lucas le enseñaba las técnicas para agarrarse con las manos y los pies, mientras Simón practicaba con perseverancia. Poco a poco, Simón fue adquiriendo fuerza y destreza, sintiéndose más seguro en cada intento.

Finalmente, llegó el día en que Simón logró trepar un árbol por primera vez. Fue una sensación de alegría indescriptible. Simón saltaba de rama en rama, sintiéndose libre y orgulloso de su logro.

Desde entonces, Simón se convirtió en uno de los monitos más hábiles de la selva, y su amistad con Lucas se fortaleció aún más. Aprendió que con esfuerzo y la ayuda de un amigo, todo es posible.