El Mono y la Margarita
Había una vez en un colorido bosque, un mono llamado Momo que era muy juguetón y siempre andaba de rama en rama. Su mejor amiga era una margarita llamada Marga, que crecía en un claro del bosque y siempre lucía radiante bajo el sol.
Un día, Momo decidió hacer algo especial para Marga. "¡Voy a buscarle las flores más hermosas del bosque!"- exclamó muy emocionado. Marga sonrió con su pétalo más brillante. "Qué lindo, Momo, pero no es necesario. Estoy feliz con ser quien soy."-
A pesar de las palabras de su amiga, Momo estaba decidido. Comenzó su aventura saltando de árbol en árbol, explorando todos los rincones del bosque. Encontró una rosa roja, un girasol amarillo y hasta un lirio blanco. Sin embargo, estaba tan concentrado en encontrar la flor más hermosa, que se olvidó de mirar a su alrededor.
Mientras tanto, una tempestad comenzaba a formarse. El cielo se oscureció y los vientos comenzaron a soplar con fuerza. Momo se dio cuenta tarde de que debía volver a Marga, pero el camino estaba lleno de obstáculos debido al mal tiempo.
"Oh no, ¿qué voy a hacer? No puedo dejar a Marga sola en este clima tan terrible!"- gritó Momo angustiado. Desesperado, comenzó a saltar otra vez, pero un rayo iluminó el cielo y lo asustó tanto que perdió el equilibrio.
Cayó justo cerca de Marga, que había estado observando todo con preocupación. "¡Momo!"- gritó. "No te preocupes por mí. Tu amistad es la flor más hermosa que hay. No es necesario buscar más."-
Momo se dio cuenta de que Marga tenía razón. La verdadera belleza no estaba en las flores que había buscado, sino en la amistad que compartían. "¡Es cierto! Nunca debería haber olvidado eso."-
Decidido a proteger a su amiga, Momo se acomodó a su lado y usó su cuerpo como un escudo, cubriéndola del viento y la lluvia. "Vamos a esperar juntos a que pase la tormenta."-
Marga sonrió con gratitud y respondió: "Siempre seré tu amiga, pase lo que pase."- La tormenta duró un rato, pero Momo y Marga se contaron historias, riendo y disfrutando el momento mientras la lluvia caía sobre ellos.
Finalmente, la tormenta cesó y el sol volvió a brillar. Momo miró a su alrededor y vio que el bosque había cambiado. Las flores habían sido regadas y estaban más vivas que nunca. "¡Mira, Marga! Tus hermanos están felices y floreciendo gracias a la lluvia. ¡Es un nuevo comienzo!"-
Marga sonrió, "Es verdad, Momo. Cada uno tiene su propia belleza, y la amistad es la flor que todos podemos compartir."- Juntos, decidieron crear un pequeño jardín donde pudieran cultivar cada una de las flores que habían recogido, y así compartir su colorido mundo con todos los animales del bosque.
La noticia del jardín de Momo y Marga se esparció por el bosque y animales de todas partes comenzaron a visitar. Momo aprendió que a veces, lo más valioso no son las cosas que buscamos, sino los momentos que compartimos con quienes queremos. Y así, su amistad floreció mucho más allá de las estaciones.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Por eso, siempre recuerda, el verdadero regalo está en la amistad y en los momentos que compartimos con nuestros seres queridos.
FIN.