El mono y los animales sabios



Había una vez en la selva un mono muy curioso llamado Simón, quien siempre soñaba con ser el animal más sabio en el futuro.

Un día, Simón decidió estudiar a fondo libros de filosofía, ciencia y tecnología para alcanzar su anhelado sueño. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no logró convertirse en el sabio que tanto ansiaba ser.

Pero él no se dio por vencido y decidió utilizar tecnicismos para impresionar a los demás animales, a ver si así lograba ser reconocido como un sabio.

Simón se acercó al grupo de animales con una actitud engreída y les dijo: '-Según la ley de la física cuántica, la dualidad onda-partícula nos muestra que todo en el universo tiene una naturaleza tanto ondulatoria como corpuscular'.

Los demás animales, sorprendidos por sus palabras, se miraron entre sí y luego el búho, conocido por su sabiduría, le respondió con un modismo: '-No te hagás el loro, Simón, que de tanto mirar al sol, te creíste luciérnaga. En la selva, la sabiduría se demuestra con hechos, no con palabras rebuscadas'. Simón comprendió que la verdadera sabiduría no se limita a utilizar tecnicismos, sino a actuar con humildad y comprensión hacia los demás.

Decidió aprender de cada animal sabio en la selva, y así, poco a poco, se convirtió en un verdadero ejemplo de sabiduría para todos.

FIN.

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