El monstruo de la imaginación

Había una vez un colegio muy especial, donde los niños y niñas aprendían de forma divertida y creativa. Pero un día, algo terrible sucedió: el ordenador, la pizarra digital y el proyector desaparecieron misteriosamente.

Los estudiantes estaban muy tristes porque ya no podían jugar a aprender con las nuevas tecnologías. Pero entonces, apareció El monstruo Rex, un amigable monstruo gigante que vivía en el bosque detrás del colegio.

Los niños se acercaron con temor al monstruo Rex y le preguntaron si sabía qué había pasado con sus queridos dispositivos electrónicos. El monstruo Rex parecía preocupado y les dijo:"No sé quién se los llevó, pero prometo ayudarlos a encontrarlos.

¡Vamos a buscar juntos!"Así comenzó la emocionante aventura de los niños junto al monstruo Rex. Recorrieron todo el colegio buscando pistas, revisando cada rincón y preguntándole a todos los demás personajes del lugar: la maestra de música, el conserje y hasta el perro de la escuela.

Después de mucho buscar sin éxito, decidieron ir al bosque para ver si encontraban alguna pista allí. Mientras caminaban entre los árboles altos y frondosos, vieron una luz brillante en lo alto de una colina.

Se acercaron corriendo hacia esa luz y descubrieron que era un grupo de duendes traviesos quienes habían escondido los dispositivos electrónicos en su guarida secreta.

El líder de los duendes les explicó que se habían sentido celosos del uso de la tecnología en el colegio y pensaron que si se los llevaban, todos tendrían que volver a usar métodos antiguos para aprender.

Los niños y el monstruo Rex les explicaron que la tecnología era solo una herramienta para facilitar el aprendizaje, pero que lo más importante era su creatividad y ganas de aprender. Les pidieron amablemente que devolvieran los dispositivos. Después de escuchar las palabras del monstruo Rex y los niños, los duendes comprendieron su error y decidieron devolver todo.

Juntos, regresaron al colegio donde fueron recibidos con alegría por toda la comunidad educativa. A partir de ese día, el monstruo Rex se convirtió en un amigo inseparable de los niños del colegio.

Todos aprendieron a valorar tanto las nuevas tecnologías como las formas tradicionales de enseñanza. Y así, gracias a la valentía y perseverancia de los niños junto al monstruo Rex, el colegio volvió a ser un lugar lleno de risas, diversión y mucho aprendizaje.