El Monstruo de la Navidad



En un pequeño pueblo llamado Villanieve, la Navidad era una época de alegría y risas. Sin embargo, un niño llamado Nico estaba triste. Una tarde, mientras sus compañeros disfrutaban de las actividades navideñas, él se quedó solo en su casa, mirando por la ventana.

Un día, decidió aventurarse al bosque en busca de algo que lo hiciera sonreír. Mientras caminaba, comenzó a escuchar un extraño sonido... era un llanto. Curioso, siguió el ruido y encontró a un monstruo con alas de luces parpadeantes y piel de algodón de azúcar, sentado junto a un árbol de Navidad. El monstruo se llamaba Tobi.

"¿Por qué lloras, monstruo?" - preguntó Nico, acercándose con cautela.

Tobi miró a Nico con grandes, tristes ojos.

"Soy el Monstruo de la Navidad, y esta es la época del año que más me duele. No tengo amigos y todos me tienen miedo."

"Yo también me siento solo a veces. ¿Por qué no dejamos que nuestros corazones se encuentren?" - sugirió Nico con una sonrisa tímida.

Tobi se sorprendió al escuchar eso.

"¿De verdad? Pero... soy un monstruo. No sé cómo hacer amigos."

"Podemos aprender juntos. Te propongo un trato. Tendremos una aventura navideña y verás cuánto se puede disfrutar con una buena compañía."

Y así comenzó su amistad. Juntos, decidieron ayudar a los demás del pueblo. Primero, fueron a la casa de la anciana señora Rosa, que había perdido su espíritu navideño.

"¡Feliz Navidad, señora Rosa!" - exclamó Nico y Tobi.

La señora Rosa se asustó al ver al monstruo, pero Nico rápidamente explicó.

"Tobi es un buen amigo, ¡viene a alegrar su hogar!"

A través de las risas y momentos compartidos, la señora Rosa se dio cuenta de que el monstruo no era malo, sino que tenía un gran corazón.

"¡Ay, gracias chicos! Nunca pensé que un monstruo podría traer tanta felicidad. ¡Vengan, pasen la tarde conmigo!"

A medida que visitaban más casas, la reputación de Tobi fue cambiando. En lugar de ser el Monstruo de la Navidad triste, se convirtió en el Monstruo de la Navidad divertido y amistoso.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, Tobi empezó a dudar de sí mismo.

"Nico, creo que esto no es para mí. Tal vez debería regresar a mi rincón del bosque donde soy solo yo. No quiero ser un problema para vos o los demás."

Nico, preocupado por su amigo, trató de animarlo.

"Pero Tobi, ¡te queremos aquí! La Navidad no sería igual sin vos. ¡Haces que la alegría brille!"

Y entonces, una noche, mientras se preparaban para la gran fiesta de Navidad en el pueblo, Tobi tomó una decisión.

"Está bien, pero solo si prometes que si paso más vergüenza, podremos reírnos juntos de ello."

Nico asintió con una gran sonrisa, y juntos se aventuraron al centro del pueblo. Al llegar, todos los niños los recibieron con sonrisas y abrazos.

La fiesta fue un éxito; Tobi ayudó a decorar el árbol con su magia. Sin embargo, en un momento de torpeza, Tobi hizo que una bola de Navidad cayera y se rompiera. Todos se quedaron en silencio, pero luego, para sorpresa de Tobi y Nico, comenzaron a reírse.

"¡Eso fue gracioso, Tobi!" - dijo Lucas, uno de los niños.

Tobi, confundido pero aliviado, también comenzó a reír.

"¿No están enojados?"

"¡Para nada! La Navidad se trata de compartir momentos divertidos, aunque sean raros a veces", respondió Nico.

Al final de la fiesta, todos juntos cantaron villancicos y celebraron la amistad. Nico miró a su alrededor, agradecido de haber hecho un nuevo amigo que había cambiado su vida para mejor.

"Nunca lo olvides, Tobi. ¡La verdadera magia de la Navidad es la amistad!"

El monstruo, sonriendo con alegría, comprendió que su lugar estaba ahí, entre los amigos, y que no era solo un monstruo, sino parte de una hermosa familia de Navidad.

Desde aquel día, Tobi y Nico vivieron muchas más aventuras juntos, enseñando a todos que ser diferente no significa estar solo, y que la amistad puede iluminar incluso los corazones más tristes.

Así nace un nuevo espíritu navideño en Villanieve, lleno de risas, amor y emociones compartidas, donde la verdadera magia de la Navidad siempre tendría un lugar especial para el Monstruo de la Navidad y su querido amigo.

Fin.

FIN.

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